Es como si Cristina Fernández le hubiese organizado una fiesta sorpresa a Néstor Kirchner, en la Quinta de Olivos. Aunque él sea el presidente de Brasil y ella la primera dama, Luiz Inácio Lula da Silva (63) y su mujer Marisa Leticia se despojaron de la austeridad y el perfil bajo para vivir una verdadera fiesta. El Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial en Brasilia, fue el escenario donde el mandatario le organizó un umpleaños sorpresa a su esposa.
Pese a la rígida agenda gubernamental, Lula se hizo un tiempo para agasajar a su mujer, quien horas antes había f estejado sus 59 junto a funcionarios del Poder Ejecutivo, en el Centro Cultural Banco do Brasil, donde está instalada provisionalmente la sede de gobierno, debido a las reformas en el Palacio del Planalto. “ Me emocioné. Fue una sorpresa y una noche maravillosa. Les agradezco a todos los que se esforzaron para que esta fiesta se hiciera realidad, a mi nuera Marlene y también a los amigos y amigas que me trajeron cariño y alegría”, dijo Marisa, quien bajó las escaleras luciendo un vestido de la diseñadora brasileña Gloria Coelho.
Entre los agradecidos, sin dudas, tuvo un lugar destacado Marlene de Araujo, prometida del hijo del matrimonio presidencial, Sandro Luiz Lula da Silva (29), a quien el mandatario le delegó la organización del evento. La única exigencia fue que la celebración debería ser simple y agradable para los 70 invitados, entre los que estuvieron altas figuras de la cúpula gubernamental.
La nota completa, en la última edición de la Revista Caras .