Aunque los medios brasileños siguen publicando todos los días nuevos detalles del escándalo de corrupción que conmociona a Brasil y que involucra a miembros del oficialismo, los números de las encuestas siguen dándole una amplia victoria al actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien, según el último sondeo, ganaría cómodamente la segunda vuelta electoral con el 63,2 por ciento de los votos.
Su contrincante, Geraldo Alckmin, candidato por la socialdemocracia, obtendría nada más que el 38,6 por ciento de los votos en el ballotage del domingo, según la última encuesta nacional que llevó a cabo el instituto Sensus para la Confederación Nacional de Transportes (CNT).
Mientras tanto, el escándalo de corrupción que involucra a miembros del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), y especialmente a funcionarios de la campaña de Lula, sigue ocupando las tapas de los diarios.
Según una nota publicada hoy por el diario Folha de San Pablo, una investigación policial determinó que los más de 800 mil dólares incautados a miembros del PT, con el que se disponían a comprar un informe destinado a demostrar la participación de candidatos opositores en hechos de corrupción, procedía de recursos no declarados del partido.
Según declaraciones al medio por parte de dos policías, "hay señales de que (el dinero) no salió directamente del sistema bancario a las manos de los petistas Gedimar Passos y Valdebran Padilha", ambos vinculados a la campaña de reelección del Presidente, sino que provino de una “caja paralela”.
La Policía descubrió además que dos familias humildes de Río de Janeiro fueron utilizadas como testaferros para retirar parte del dinero incautado, compuesto por dólares y reales.
Los resultados de la nueva encuesta se mueven en márgenes similares a los detectadas por otros institutos.
Según una encuesta de Datafolha, divulgada el martes, Lula se impondría por 61 por ciento a 39 por ciento.