El hombre que ayer disparó contra cuatro bomberos que habían acudido a apagar un fuego dejó una nota escrita en la que decía que quería quemar todo el barrio y hacer lo que más le gustaba hacer, "matar gente", informó hoy la policía de Webster, localidad del estado de Nueva York.
William Spengler, de 62 años, autor de la balacera que causó la muerte de dos bomberos y heridas a los otros dos, tenía consigo tres armas y prendió fuego a la casa para atraer a las víctimas y hacerles caer en una trampa mortal.
Los dos bomberos gravemente heridos están hospitalizados en condiciones estables. Spengler, por su parte, se quitó la vida mientras otras siete viviendas ardían a su alrededor.
El asesino había pasado en la cárcel 17 años por haber matado en 1980 a su abuela de 92 años. En los últimos años vivía en casa de su hermana. Como ex convicto, Spengler no tenía permiso para portar ningún tipo de arma.
Ayer dejó escrito que quería quemar todo el barrio y "hacer lo que más me gusta hacer, matar gente". Cuando los bomberos recibieron una llamada alertando del incendio, fueron alcanzados por los disparos nada más llegar al lugar y bajar del camión.
Las víctimas mortales de la balacera eran agentes de policía que, como sucede a menudo en las localidades pequeñas, desempeñaban también el rol de bomberos. Uno se llamaba Michael Chiapperini, tenía 43 años y era un asistente en la oficina de prensa de la comisaría, y el otro, Tomasz Kaczowka, era un centralinista. Los dos heridos, que están en condiciones graves, son Joseph Hofsetter y Theodore Scardino.
"Todos nuestros pensamientos y nuestras plegarias van a los familiares y amigos de los fallecidos en este acto de violencia sin sentido", dijo ayer el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo.
El suceso tuvo lugar cuando la actualidad política está dominada por el debate sobre el control de armas, después de que un joven entrase hace diez días en una escuela de Newtown, en Connecticut, y asesinase a tiros a 20 niños de entre seis y siete años y 6 adultos.
Fuente: ANSA