INTERNACIONAL
Mercosur-UE

Macron le dijo a Lula que podrá firmar el tratado Mercosur-UE antes de fin de año

La negociación reflotada expone viejas tensiones entre liberalización comercial y defensa de sectores sensibles como el agro francés y la industria brasileña.

Lula Da Silva y Emmanuel Macron20250605
Lula Da Silva y Emmanuel Macron se reunieron en París | AFP

En su segundo día en Francia, el presidente Lula da Silva recibió una noticia positiva: su colega Emmanuel Macron se mostró dispuesto a firmar el tratado Mercosur-Unión Europea antes de fin de año. Pero el presidente galo hizo algunas salvedades: para que se efectivice el acuerdo, será preciso incorporar cláusulas adicionales. Esos requisitos son salvaguardias destinadas a proteger a sus ganaderos y agricultores.

Las negociaciones estuvieron a punto de finalizar cuando representantes de ambos bloques firmaron, en junio de 2019, el Acuerdo de Asociación Estratégica. En ese momento, Mauricio Macri era presidente pro tempore del Mercosur; pero la ratificación de ese tratado volvió a fracasar, en parte por la resistencia de Brasil a las cláusulas adicionales incorporadas por presión de los franceses. Hubo otro intento de reactivarlo a fines de 2023, pero todo volvió a foja cero. De un lado, la UE y particularmente Francia, volvieron a introducir en escena las demandas ambientales, para preservar sus productores agropecuarios de una competencia presuntamente desigual. Del otro costado, y enarbolado especialmente por Brasil, se argumentó que tales salvaguardias no eran otra cosa que un mecanismo proteccionista unilateral. Había, además, otro factor en juego: las llamadas compras gubernamentales que, según el convenio, darían lugar a que empresas europeas se presentaran en igualdad de condiciones a las nacionales.

Para Lula, que cumplía entonces su primer año del tercer gobierno, esa condición era inaceptable, ya que en sus propias palabras “las compras gubernamentales son un instrumento vital para articular inversiones de infraestructura y sustentar nuestra política industrial" . Y todo indica que Macron, cuyo segunda mandato concluye en 2027, continúa con las mismas exigencias de antaño a pesar de que el mundo vive tiempos muy diferentes.

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Lula Da Silva y Emmanuel Macron20250605

Esta vez, a diferencia de antaño, hay un punto a favor del convenio y el jefe de Estado galo lo admitió al señalar que sería “bueno para muchos sectores”, sobre todo industriales. Su posición deriva de la atroz política arancelaria desplegada por Donald Trump, que traba las exportaciones europeas hacia el mercado norteamericano. Pero aun así mantuvo su postura respecto a la campiña francesa: busca proteger, como antes, el paisaje de la campiña francesa; es decir, evitar la concurrencia a su juicio desigual de las exportaciones agrícolas de Brasil y la Argentina. “Estoy a favor de un protocolo adicional que permita las salvaguardias necesarias para conciliar nuestros intereses” indicó en una entrevista concedida a la TV Globo.

No le falta, con todo, algo de razón. Como explicó frente a las cámaras, el campo europeo tiene normas más rígidas que las del bloque sudamericano en cuanto al uso de productos fitosanitarios y, por lo tanto, estos últimos tendrían que asumir esas reglas como propias. Si finalmente Macron se aviene a suscribir el tratado, la Unión Europea tendrá camino libre para sus exportaciones de autos, máquinas y productos farmacéuticos.

Lula Da Silva y Emmanuel Macron20250605

Más allá de los resultados que pueda tener Lula en su presidencia pro tempore del Mercosur, en relación al tratado, el presidente brasileño se llevará un gran recuerdo de esta gira internacional. Entre otras cosas, porque esta mañana recibió el título de “doctor honoris causa” en la Universidad París 8. Pero también porque será uno de sus viajes más divertidos: es que hoy, en compañía de Macron, de su mujer Rosangela da Silva y de Brigitte, la primera dama francesa, visitó el Palais Royale donde expone un artista brasileño Ernesto Neto. En el lugar, había una colchoneta, destinada a la realización de ejercicios físicos del expositor. Lula se sacó los zapatos y el saco del traje, y pasó a acostarse en el lugar, bajo el asombro de quienes lo rodeaban. Con una habilidad digna de destacar para su edad, demostró que estaba físicamente en buenas condiciones. Probablemente, esa acrobacia estuvo destinada a mostrar que puede perfectamente presentarse como candidato para las presidenciales de 2026.