Bernard Madoff se ha convertido en el hombre más odiado en el mundo financiero en estos días. Está acusado de haber armado un “fraude” récord, que podría llegar a sumar 50 mil millones de dólares. Bancos y Fondos de Inversión de Estados Unidos, Europa y Asia le habían confiado el manejo de sus dineros, ya que se creía que era un “gurú”, aunque finalmente Madoff, ex Presidente del Nasdaq, confesó a sus allegados que todas las supuestas ganancias que por años había ofrecido a sus clientes no eran reales y que todo era una estafa piramidal. Ahora su empresa está intervenida judicialmente y los depósitos están casi esfumados.
Ya pasan la treintena los bancos mundiales que han perdido importantes capitales (algunos en cientos de millones), y día tras día se agranda la lista de importantes asociaciones de caridad, instituciones educacionales, hombres de negocios y millonarios varios que le habían confiado su patrimonio. Inclusive un Fondo inversor norteamericano ha sufrido una pérdida de casi 7 mil millones, según se ha confirmado.
La prensa monta guardia en la puerta del edificio de la calle 64 y Lexington Avenue, en el East Manhattan, donde el conocido y ahora mal reputado financista tiene un enorme Penthouse. Justamente éste lujoso apartamento y otras propiedades suyas en Long Island y Palm Beach, están ahora prendadas para garantizar la fianza de 10 millones de dólares que la Corte le ha exigido. También ha tenido que entregar su pasaporte y el de su esposa, Ruth.
Madoff ni siquiera ha podido conseguir las cuatro personas que le han exigido salir de garantes, ya que muy pocos quieren compartir la responsabilidad de sus movimientos. Solamente lo han hecho su esposa y su hermano Peter. Es por ello que el Juez le ha impuesto a Madoff un sistema de vigilancia electrónica. El financista permanece a partir de hoy bajo arresto domiciliario. No puede estar fuera de su departamento en el horario de 7 de la tarde a 9 de la mañana todos los días de la semana. Tendrá que presentarse en la Corte nuevamente, luego del receso de las fiestas de fin de año, alrededor del 12 de enero frente al Juez Gabriel Gorenstein que sigue su caso.
Varios legisladores del Congreso reunidos en el Subcomité de Mercado de Capitales de la Cámara baja han dicho que analizarán semejante desfalco. La SEC (La Security and Exchange Commision, que controla las bolsas americanas) será convocada a dar explicaciones de porqué los controles han fallado para con este Fondo de Inversión. Asimismo se prevé que nuevas regulaciones sean puestas en efecto a partir de este caso para con este tipo de inversiones. En otro orden de cuentas, el Procurador General de Estados Unidos, Michael Mukasey, se ha excusado de participar en la investigación porque uno de sus hijos, abogado también, representa a uno de los ejecutivos de la suspendida financiera de Madoff.
Hoy a media mañana de Nueva York, Madoff se presentó en la sala del Juzgado utilizando una gorra de beisbol y una campera negra. Se trasladó en una 4x4 de color negro y al volver, una nube de fotógrafos lo rodeó al llegar a su domicilio. Madoff, riéndose levemente, no quiso hacer declaraciones. Un individuo se entremezcló entre los fotógrafos y lo empujó, a lo que Madoff extendió su brazo para protegerse.
También se ha informado que sus dos hijos se declararon inocentes, afirmando en un comunicado que son víctimas del fraude de su padre y que ellos desconocían sus movimientos de dinero. Pero para muchos investigadores y peritos contables hay varios puntos oscuros. Madoff, por más que sea brillante, no pudo según ellos haber controlado semejante dinero sin que nadie esté al tanto y ni que se lo haya detectado por muchos años. Es posible que en los próximos días surjan mayores novedades de este caso que asombra y que ha causado ya el cierre de varias instituciones comunitarias, por haberse quedado de un día para el otro, sin fondos.
(*) Especial para Perfil.com
