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Caracas
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció ayer el desmantelamiento de un plan para derrocarlo que incluía la participación de militares y era parte de un “intento desestabilizador” de Estados Unidos.
Según el mandatario, el “atentado golpista” tenía previsto atacar diversos puntos del gobierno, entre ellos el Palacio de Miraflores, con la participación de militares y civiles.
Los oficiales implicados serían once, la mayoría de ellos de la aviación, cinco de los cuales ya fueron detenidos.
Según el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, los militares actuarían bajo la orden de Estados Unidos y pensaban pedir asilo político después del ataque. Los “objetivos tácticos” del ataque, que habría estado a cargo de un avión Tucano de la Fuerza Aérea venezolana, incluirían las sedes de “la cadena de televisión Telesur y el Ministerio de la Defensa”, entre otros.
Anuncio. “Hemos desarticulado, hemos desmantelado un atentado golpista contra la democracia y la estabilidad de nuestra patria. Se trata de un intento de utilizar a un grupo de oficiales de la aviación militar para provocar un hecho violento, un atentado, un ataque”, afirmó Maduro en un acto en Caracas, a última hora del jueves, al cumplirse un año del inicio de las protestas callejeras contra su gobierno, que se extendieron hasta junio, y dejaron un saldo de 43 muertos y 878 heridos.
Para el presidente se trata de “un coletazo de un presunto golpe similar, denunciado en marzo del año pasado”, ya que los militares detenidos estarían relacionados con otro grupo de oficiales detenidos el año anterior por promover un plan de desestabilización.
En aquella ocasión, Maduro anunció la detención de tres generales “con vínculos con la oposición”. Además, como consecuencia de esas manifestaciones, 41 personas permanecen encarceladas, entre ellas el dirigente opositor Leopoldo López, uno de los impulsores de las protestas callejeras.
Cada vez más recostado en las fuerzas armadas, Maduro reiteró finalmente su llamado a “la unión cívico-militar para enfrentar los intentos desestabilizadores del imperio norteamericano”.
Violencia en un aniversario
Una marcha de estudiantes en el departamento de Táchira, al oeste de Venezuela –con motivo del primer aniversario del estallido de las protestas opositoras que sacudieron el país– no terminó de la mejor manera. Más de veinte personas resultaron heridas y 11 civiles detenidos en un enfrentamiento entre los manifestantes y la policía, el jueves. “Ayer la manifestación comenzó violenta, agresiva (...) fueron agredidos 14 funcionarios de la policía”, afirmó el gobernador de Táchira, José Vielma Mora, a una emisora local. Según medios venezolanos, los manifestantes comenzaron a lanzar piedras a los efectivos de seguridad, quienes respondieron con bombas lacrimógenas para dispersar la marcha. Por su parte, líderes estudiantiles culparon de los hechos de violencia a “infiltrados”.
