Mexico DF - El nivel de ciudadanos estadounidense que vive
en
la pobreza extrema llegó a su pico más alto en 32 años, con casi 16 millones de
personas que no reciben los ingresos anuales mínimos para no caer en la miseria.
En base a un estudio de los resultados del Censo 2005, la editorial
McClatchy que publica una treintena de diarios en diferentes estados de los EE.UU., estimó
que
la cantidad de norteamericanos “severamente” pobres creció 26 por ciento entre
2000 y 2005, lo que representa un crecimiento 56 por ciento más rápido que el incremento
general de la población en pobreza durante el mismo periodo.
Una familia de cuatro personas con dos menores de edad a cargo
necesita un ingreso anual de a 9.903 dólares -la mitad de la línea de pobreza
oficial- para no caer en la línea de pobreza extrema. En tanto,
un individuo necesita un ingreso anual 5.508 dólares para no cruzar las puertas de
la pobreza severa.
El análisis de datos -los más recientes disponibles- arrojó que, el número de estadunidenses
que viven en pobreza severa creció más que cualquier otro segmento económico. A partir de 2000, el
número de personas en pobreza severa ha crecido "más que cualquier otro segmento de la población",
según publicó el diario mexicano
La Jornada en base a un reciente estudio del
American Journal of Preventive Medicine.
El estudio además dice que,
casi una de cada tres personas que viven en situación de pobreza, tienen menos de 17
años, y casi dos de cada tres son mujeres. De acuerdo con los datos del censo, casi dos de
cada tres en pobreza severa son blancos, incluidos latinos blancos.
Con respecto a la ciudades que albergan a mayor cantidad de pobres,
Washington tiene la concentración más alta de cualquiera de los otros 50 estados con 10,8
por ciento en 2005. Casi 6 de cada 10 residentes de la capital viven en extrema pobreza.
Otra de las zonas más afectadas corresponde a la región de la
frontera con México. ”Algunas partes del profundo sur tienen la peor pobreza extrema,
pero también son notables en partes del corredor industrial abandonado en el medio oeste y el
noreste del país, según el análisis publicado por
La Jornada.