Suecia, el modelo elogiado por los que piden levantar la cuarentena, superó este jueves las 3000 muertes y se acerca a los 25 mil casos confirmados de coronavirus. La Agencia de Salud Pública informó que se reportaron 24.623 infectados y 3.040 víctimas fatales, con un aumento del 50% en las últimas dos semanas.
Suecia no impuso cuarentena ni medidas de confinamiento, como en otros países del mundo, sino que optó por un enfoque basado en el "principio de responsabilidad" de la ciudadanía. El gobierno permitió que las escuelas continúen abiertas y que los cafés, bares y restaurantes sigan funcionando, al tiempo que instó a las personas a respetar el distanciamiento social.
El modelo sueco fue elogiado por los que piden levantar la cuarentena. Sin embargo, sus cifras no parecen ser tan alentadoras. Su tasa de mortalidad por Covid-19 es de 291 personas por millón de habitantes, muy superior al de sus vecinos Noruega, de 40 por millón, Dinamarca, de 87, y de Finlandia, de 45 víctimas fatales por millón de habitantes.
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En las últimas dos semanas, los decesos por coronavirus se aceleraron considerablemente. El 23 de abril las autoridades reportaban 2.021 muertos. Este jueves, 14 días después, ese número trepó a 3.040, lo que constituyó un aumento del 50%. El drástico aumento de casos confirmados puede explicarse en parte porque se han extendido las pruebas al personal médico, según informó el epidemiólogo estatal adjunto Anders Wallensten en una conferencia de prensa virtual de la Agencia de Salud Pública. “No estamos viendo en absoluto una disminución”, advirtió Wallensten, quien enfatizó que la pandemia está lejos de acabar. En Estocolmo, el 45% de las víctimas vivía en una residencia de ancianos.
El epidemiólogo en jefe, Anders Tegnell, definió las víctimas fatales como “un número espantosamente grande”. Sin embargo, las autoridades suecas defendieron su plan frente a la pandemia, basado en la “inmunidad de rebaño” de buena parte de la población. La viceprimera ministra Isabella Lovin respaldó la estrategia en una reciente entrevista con la BBC: “Suecia ve a la Covid-19 como un maratón y no una carrera de corta distancia”.
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Mike Ryan, jefe de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), había elogiado la campaña de concientización de las autoridades suecas, lo que envalentó a otros países a iniciar un proceso de desconfinamiento. Pero Ryan no apoyó el relajamiento de la cuarentena, sino que se refirió a cómo debían actuar las sociedades en el futuro. “Suecia representa un modelo futuro, si queremos volver a una vida sin cuarentena. Ha establecido una política pública muy fuerte en torno al distanciamiento social, en torno al cuidado y la protección de las personas en centros de atención a largo plazo”, afirmó el especialista.
LD
