La tensión se vuelve a apoderar de las calles de Grecia. La policía debió hoy utilizar gases lacrimógenos contra los manifestantes que habían lanzado cócteles molotov contra dos hoteles de lujo situados en el barrio de Syntagma, cerca del Parlamento, según informó El País.
En las protestas, también se registraron incidentes cuando los manifestantes lanzaron bombas incendiarias contra el edificio del Ministerio de Finanzas. Incluso el ex ministro griego de Transporte y ex comisario europeo conservador Costis Hatzidakis fue agredido físicamente cuando caminaba por una de las avenidas céntricas. Un testigo contó a la agencia Reuters que el ministro terminó con la cara ensangrentada y buscó refugio en un edificio.
Durante la mañana en Grecia, los diputados aprobaron un nuevo paquete de recortes para poder acceder a la ayuda financiera de la UE. Los mismos incluyen recortes de sueldos en los autobuses y trenes públicos.
Antes de la protesta, el secretario general del sindicato de funcionarios, Ilias Iliopoulos, declaró que "necesitamos enviar al Gobierno el mensaje de que no aceptaremos medidas que sólo nos lleven a la pobreza y al desempleo". Y anticipó nuevas movilizaciones en Navidad. "No nos rendiremos", decía.
En protesta por los recortes, los sindicatos habían convocado una nueva jornada de huelga que ha provocado problemas de transporte, escuelas cerradas y el transporte público paralizado. Poca actividad en los puertos, los hospitales funcionan al mínimo y los Ministerios están cerrados. Además, los periodistas también están en huelga, por lo que no hay noticias ni en las radios ni en televisión.
La manifestación de protesta, en la que participaban unas 20.000 personas, derivó en incidentes violentos al llegar al Parlamento, cuando unos 200 participantes.
