“Me siento cubano”, confesó Diego Maradona al llegar a La Habana para participar en los funerales de su “segundo padre”, Fidel Castro, fallecido el viernes pasado, a los 90 años.
“Estoy aquí para despedir a mi segundo padre”, dijo al llegar a la capital de Cuba.
Los restos del líder cubano serán inhumados el domingo en la ciudad oriental de Santiago, tras culminar un recorrido de cuatro días en caravana por varias ciudades y poblados de la Isla.
“Me parece que el mundo ha perdido a su líder. Hoy puede haber muchos jugadores, pero él era el dueño del equipo, del equipo mundial de los políticos”, declaró Maradona a la televisión estatal cubana la noche del jueves.
Fidel “era uno que se adelantaba a la jugada, un poco (Javier) Sotomayor al saltar, un poco Maradona al anticipar al defensor. Pero sin ninguna duda se fue el más grande”, dijo.
“Nos deja un legado tan claro, tan claro y tan hermoso, que no podemos traicionarlo”, dijo el campeón del mundo de México 86. “El que hoy cree que Cuba se debilita porque se fue el más grande se equivoca, porque Cuba tiene que fortalecerse”, agregó.
“Hay que tomarlo como eso: como que la leyenda sigue dentro nuestro, sigue dentro del corazón que late por Fidel”, dijo el ex astro argentino, que reside en Dubai y es embajador deportivo de los Emiratos Arabes Unidos.
“Hoy en América del Sur, o hablemos de Europa si querés, no tienen el líder ni carismático ni que pueda resolver lo que él resolvía”, dijo el Diez al periodista de la televisión cubana que lo esperó en el aeropuerto José Martí.
“Fidel no es sólo de los cubanos, te está hablando un argentino”, le dijo a su entrevistador.
“Mi corazón y todo mi cuerpo lo daría por esta bandera, por Cuba, y por Fidel y por el Che”, agregó.
A sus 56 años, Diego agradece especialmente al líder cubano su ayuda para internarse en una clínica de la Isla, en 2004, para superar sus adicciones y otros problemas de salud.
“Fidel no murió, en el corazón nuestro sigue latiendo Fidel”, añadió.n