Israel continuó bombardeando con profusión la Franja de Gaza durante la madrugada del lunes, cuando tan solo el domingo ocasionó las muertes de 42 palestinos, entre ellos numerosos menores. Se trata de la jornada más sangrienta desde el inicio del conflicto.
La aviación israelí lanzó decenas de misiles sobre el enclave, provocando cortes de electricidad. En un breve comunicado, informaron que dichos "aviones de caza" estaban bombardeando "objetivos terroristas" que pudieron localizar en ciertas zonas.
Horas antes, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, durante la apertura de la sesión de urgencia del Consejo de Seguridad, declaró: "Este ciclo insensato de derramamiento de sangre, terror y destrucción debe cesar inmediatamente".
Mientras tanto, Estados Unidos, haciendo gala de una posición que muchos de sus aliados consideran incomprensible, se negó de nuevo a emitir una declaración conjunta que permita lograr rápidamente el cese de los enfrentamientos.
Respecto de los más de 40 palestinos que perdieron la vida, ocho eran niños y dos médicos. Se trata de la cifra diaria de muertos más elevada desde el inicio de la violencia. El enfrentamiento ya causó 192 muertes palestinos y 1.200 heridos.
Por su parte, en Israel, 10 personas perdieron la vida, entre ellos un niño y un soldado, y hay 282 heridos, por los disparos de cohetes palestinos. Los grupos armados palestinos, entre ellos Hamás, lanzaron más de 3.100 proyectiles hasta la fecha.
En su feroz ofensiva contra el grupo yihadista, el ejército israelí anunció el sábado que había atacado los domicilios de Yahya Sinouar, jefe de la facción radical, y de su hermano, "un militante terrorista", publicando las imágenes de una vivienda pulverizada.
Benjamin Netahyahu, primer ministro de Israel, reiteró que la operación "llevará tiempo" e instó a sus compatriotas a que "limiten sus actividades en el exterior". "Nuestra campaña contra las organizaciones terroristas sigue a pleno régimen", aseguró.
Netanyahu justificó el bombardeo del sábado que redujo a escombros una torre de 13 plantas que albergaba los locales de la cadena de televisión catarí Al Jazeera y la agencia de prensa estadounidense Associated Press (AP): "Era un objetivo perfectamente legítimo"
Las hostilidades en Gaza estallaron el 10 de mayo con una andanada de cohetes disparados por Hamás contra Israel en "solidaridad" con los centenares de manifestantes palestinos heridos en los disturbios con la policía israelí en Jerusalén Este.
Aquellos incidentes en la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam, fueron la culminación de fuertes tensiones y enfrentamientos en Jerusalén Este, sobre todo, a la amenaza de expulsión de familias palestinas a favor de colonos judíos.
JFG