Ciudad de México - El periodista mexicano Amado Ramírez, corresponsal de la cadena Televisa en Acapulco, fue asesinado cuando salía de una emisora de radio en el centro de esa ciudad turística del Pacífico, en un hecho que parece tener relación con un ataque del narcotráfico, informaron hoy medios locales.
El asesinato fue perpetrado anoche por una persona que salió caminando del lugar y se reunió con un cómplice en las cercanías, dijeron fuentes de seguridad.
El cronista había recibido amenazas en los últimos meses en su teléfono celular, reveló al diario La Jornada Misael Habana de los Santos, quien conducía con Ramírez el programa Al Tanto, de Televisa Radio.
Ramírez fue asesinado justamente cuando se retiraba del edificio Nik, sede de la emisora, luego de participar en ese envío periodístico, acotó Ansa.
El corresponsal, de 50 años de edad, estaba entrando a su automóvil, estacionado a unos cien metros, cuando fue atacado a balazos por un hombre que vestía camisa color blanco y pantalón café, según testigos.
Aún herido, abandonó el vehículo y corrió hacia la vereda, al frente de un hotel, pero allí fue alcanzado por otros proyectiles que le causaron la muerte en cuestión de minutos.
Turistas que se encontraban en la zona vieron el episodio y describieron a las autoridades la apariencia del agresor, pero hasta hoy no se había concretado detención alguna.
Los turistas corrieron a socorrer a Ramírez y cuando descubrieron que aún respiraba llamaron a una ambulancia, pero el periodista murió cuando el vehículo estaba en camino.
Reporteros y directores de medios escritos de Acapulco y del estado de Guerrero escribieron una carta de protesta para condenar el hecho, publica hoy el diario El Comercio.
"La situación es un tanto confusa, pero parece estar vinculada a anteriores amenazas contra periodistas por parte del narcotráfico", dijo Rafael Molina, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Desde octubre fueron asesinados en México siete periodistas, dos permanecen desaparecidos y ocho denunciaron amenazas de muerte, según informes de la Asociación Interamericana de Prensa.
Al mismo tiempo, otras cuatro personas fueron asesinadas en el estado de Guerrero y cinco más en el de Sinaola, al noroeste, en todos los casos alcanzados por disparos de rifle AK-47 y AR-15, de uso frecuente entre narcotraficantes.
Este año se registraron 669 muertes violentas en el país, la mayoría atribuidas al crimen organizado, contra el cual el gobierno federal emprendió una ofensiva con megaoperativos en los que participan miles de policías federales y miembros del ejército.
Fuente: Télam