Los argentinos ya dieron el presente en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro. Algunos de los 42.500 compatriotas de Francisco que participarán del evento ya arribaron a la Cidade Maravilhosa, donde fueron recibidos como embajadores del Sumo Pontífice y se robaron todas las miradas de los peregrinos presentes. Con la esperanza de reencontrarse con Jorge Bergoglio, al que no ven desde antes del cónclave que lo hizo jefe de la Iglesia Católica, llegaron en avión y misionaron por todas las diócesis brasileñas, en la previa del encuentro que reunirá a dos millones de personas de todo el mundo.
Uno de ellos es el diácono Luis Marcelo Cervetti, de la parroquia Santísimo Sacramento –ubicada en Retiro–, que palpita desde Brasil cómo será el primer viaje de Francisco. “Los argentinos somos las estrellas de Río. Todo el mundo nos grita: ‘¡Francisco!’ y aplaude cuando nos ve. Los jóvenes están muy animados, y hay una enorme expectativa sobre lo que va a decir Francisco respecto a la problemática social en Brasil”, confió a PERFIL el religioso. Luis se ordenará como sacerdote en septiembre, está ilusionado con ver al Papa y cuenta que “esta Jornada será distinta a otras”.
La Jornada Mundial de la Juventud comenzará mañana y finalizará el próximo domingo. Desde la elección de Francisco, la cantidad de argentinos inscriptos se cuadruplicó. Y el viernes por la noche partió el último contingente de 400 personas desde la Catedral de Buenos Aires, encabezado por el padre Mario Micelli, delegado del Arzobispado para la Jornada. “Es una fiesta, un encuentro mundial de jóvenes. Tenemos ganas de reencontrarnos con el Papa, al que no vemos desde que fue elegido al frente de la Iglesia”, explicó a este diario minutos antes de viajar casi cuarenta horas en colectivo.
Otro de los jóvenes que ya están en tierra brasileña es María Laura Nóbrega, una rosarina que integra Acción Católica. “Nuestro grupo fue recibido por la parroquia San Cristóbal de Cabo Frío, en la diócesis de Niteroi. Hablamos sobre la realidad de los muchachos argentinos y brasileños, y nos sumamos a la campaña nacional contra la violencia y el exterminio de jóvenes, que organizó la pastoral de la juventud de Brasil”, afirmó desde Buzios.
Al igual que María Laura, otros argentinos que misionaron por Brasil fueron los jóvenes chaqueños de la parroquia San Javier, integrantes de la Red Juvenil Ignaciana, que estuvieron en Salvador de Bahía y en Río de Janeiro. Tras dejar Resistencia, participaron en Brasil de un encuentro llamado Magis, organizado por la Compañía de Jesús, de la que forma parte Bergoglio.
Al tanto de la masiva movilización juvenil, el Papa utilizó ayer las redes sociales para enviarles un mensaje a los católicos que participarán de la Jornada. “Queridísimos muchachos, sé que tantos de ustedes están aún en viaje hacia Río. Que el Señor los acompañe a lo largo del camino”, escribió en su cuenta de Twitter.
La visita del papa argentino generó una fuerte repercusión política y social en Brasil. “La visita del papa Francisco está revestida de una importancia histórica y tiene un significado especial para América latina”, aseguró ayer la presidenta Dilma Rousseff, que recibirá mañana por la tarde al Sumo Pontífice. “Con la presencia de centenas de miles de jóvenes de todo el mundo, la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud representa un llamado a la paz y la esperanza en un mundo más justo y pacífico, de una América latina más próspera y armónica”, agregó la mandataria, que consideró que la presencia del Papa servirá para reflexionar sobre la importancia de la “tolerancia”, en relación con las protestas que conmovieron al país en el último mes.
En el Palacio del Planalto esperan que Bergoglio haga hincapié durante sus homilías en la pobreza y la inequidad que afectan a la región y bregue por mayor justicia social.
En vísperas de la llegada del Papa, Río de Janeiro se vistió ayer de celeste y blanco, con la masiva presencia de argentinos de todos los rincones del país. Al parecer, Francisco será local otra vez.
