El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, firmó un decreto otorgando "total autonomía" a la Fuerza Nacional de Seguridad -policía de élite federal-, que llegó a Río de Janeiro para colaborar con la policía local en el combate al crimen.
Según informó hoy el diario brasilero O Globo, la medida implica que "en teoría" las tropas federales no precisan informar al gobierno de Río de Janeiro antes de emprender cualquier acción, y que sus actividades serán "coordinadas" por el gobierno federal.
De acuerdo con la medida, la Fuerza Nacional podrá realizar patrullaje ostensivo, cumplir mandatos de prisión, custodiar presos, realizar pericias y registrar denuncias.
El Ministerio de Justicia explicó que el decreto fue publicado en el Diario Oficial para establecer exactamente el papel de la Fuerza Nacional y evitar que sus acciones sean cuestionadas por la Justicia.
El decreto presidencial prevé además el pago de un seguro por muerte o invalidez de los cerca de 500 efectivos que llegaron esta semana a Río de Janeiro, y que se encargarán de vigilar las rutas y las fronteras provinciales con los estados de San Pablo, Minas Gerais y Espíritu Santo, para reprimir el tráfico de drogas y armas.
Los integrantes de la Fuerza Nacional de Seguridad, creada por decreto presidencial en 2004, s on policías civiles y militares de diversos estados, seleccionados entre los mejores de cada fuerza, y están capacitados para actuar en acciones de preservación del patrimonio y el orden público en todo el territorio nacional, informó la agencia de noticias DPA.
El grupo sólo iba a actuar en Río durante los Juegos Panamericanos que se realizarán en esa capital en julio de este año, pero su llegada a la ciudad fluminense fue anticipada a pedido del gobernador Sergio Cabral, debido a los violentos atentados perpetrados por cuadrillas criminales la última semana de 2006, que dejaron un saldo de 19 personas muertas y varias heridas.