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Missouri decretó el estado de sitio por el aumento de la tensión racial

Hubo incidentes y saqueos por el asesinato policial de un joven negro desarmado. El gobierno de Obama se involucra en el caso.

Justicia. La ejecución de Michael Brown, de 18 años, conmocionó a la localidad de Ferguson.
| AFP

AFP/ANSA
Saint Louis
La escalada de la tensión racial por el asesinato de un joven negro desarmado a manos de un policía llevó ayer a que el estado norteamericano de Missouri decretara el estado de sitio en el suburbio de Ferguson, en la ciudad de Saint Louis, donde el muchacho Michael Brown, de 18 años, fue ejecutado hace una semana.
Luego de que la policía revelara el viernes el nombre del agente que le disparó a Brown, Ferguson fue escenario de violentos saqueos y ataques a comercios durante la madrugada. “No se trata de silenciar a la gente sino de contener a los que están ahogando la voz de las personas con sus acciones”, argumentó el gobernador de Missouri, Jay Nixon, al anunciar el toque de queda que regirá por la noche.
“Por la mañana esta comunidad se levantará con el sol para renovar su búsqueda de justicia”, agregó Nixon durante una conferencia de prensa en una iglesia local en la que vecinos de Ferguson interrumpieron a las autoridades con reclamos de justicia y protestas contra la medida.
El funcionario destacó que habló con el fiscal general de los Estados Unidos, Eric Holder, quien le garantizó que el Departamento de Justicia está reforzando la investigación sobre el asesinato, que ha desatado las tensiones raciales en un municipio de 21 mil habitantes en el que dos tercios de la población es afrodescendiente pero la gran mayoría de los agentes policiales son blancos. El gobernador sostuvo que “unos pocos” actuaron el viernes por la noche con “intención de cometer delitos y poner en peligro a los ciudadanos”.
El crimen de Brown conmocionó a la sociedad estadounidense, que se manifestó en varias ciudades del país, y volvió a poner sobre el tapete la irresuelta cuestión racial. Grupos defensores de los derechos humanos y civiles asocian este caso al de Trayvon Martin, un adolescente de 17 años que murió en 2012 en Florida a manos del vigilante voluntario George Zimmerman, absuelto de los cargos de asesinato.
Según las autoridades, el sábado pasado, cuando ocurrió el altercado con Brown, el agente Darren Wilson respondió a un llamado telefónico al 911 en el que se denunciaba un “asalto a mano armada” en un comercio. El uniformado habría acudido al lugar, donde se topó con el muchacho. La policía difundió una serie de fotografías, tomadas con las cámaras de seguridad del comercio, donde Brown estaría confrontado con un empleado del establecimiento.
Sin embargo, la fuerza de seguridad no dio ningún detalle acerca del altercado entre Brown y Wilson, que terminó con el oficial disparándole al joven. Tras el incidente, el oficial fue trasladado y está realizando tareas administrativas.
Incluso el presidente Barack Obama se refirió al caso calificando como “desgarradora” la muerte de Brown, y pidió a la población del lugar que mantenga la calma.
Mientras tanto, unos cuarenta agentes del FBI enviados por el gobierno federal se encuentran en Ferguson para investigar y buscar testigos “puerta por puerta” del incidente en el que murió el joven afroamericano. Para los vecinos, está muy claro de quién es la responsabilidad.