Mehrabpur, Pakistán - Al menos 45 personas murieron en la noche de ayer en el sur de Pakistán en el descarrilamiento de un tren repleto de pasajeros que regresaban a sus pueblos para celebrar en familia la Aid Al Adha, la principal fiesta musulmana.
Un centenar largo de personas sufrían heridas y el número de muerto podría ser mucho más alto, aseguró a la agencia de noticias AFP el oficial de policía Yasin Bodio. "Ya hemos sacado 45 cadáveres del interior del tren", declaró Asad Saeed, un alto responsable de la compañía pública de ferrocarriles Pakistan Railways.
El balance final será seguramente más elevado, confirmó, asegurando que se excluía la hipótesis del sabotaje. Más de 13 horas después del accidente, los socorristas se afanaban a cortar la plancha de unos de los vagones para llegar hasta los heridos que pedían ayuda desde el interior y, muy probablemente, para sacar nuevos cadáveres.
Debajo de este vagón, otro vagón al que los socorristas no habían podido acceder todavía, estaba literalmente aplastado. El tren cubría el trayecto entre las dos grandes ciudades paquistaníes, Karachi, en el sur, y Lahore, en el noreste, cuando 15 vagones descarrilaron en la ciudad de Mehrabpur, a unos 200 km al noreste de Karachi, precisó otro oficial de la policía local, Mustaqim Ahmad.
Los socorristas, con la ayuda del ejército y de muchos habitantes de la zona, habían luchado durante toda la noche contra un frío intenso. "Son momentos muy difíciles, la gente está atrapada en las carcasas de los vagones, a la policía le cuesta retirar los cadáveres y los heridos están cubiertos de sangre", explicó otro oficial de policía Ghulam Qadir. "Piden ayuda, empleamos todos los medios posibles para intentar cortar la chapa", añadía, y contó que numerosos habitantes de las inmediaciones se presentaron espontáneamente para ayudar a los socorristas y empezaban a evacuar a los heridos por sus propios medios a todos los centros médicos y hospitales de la región.
El tren estaba repleto de viajeros que habían salido de Karachi para ir a sus pueblos para celebrar el viernes el Aid Al Adha, la "fiesta del sacrificio", la más importante de las fiestas musulmanas, explicó el oficial Mustaqim Ahmad, de la policía de Sind, la provincia de la que Karachi es capital. "Era noche cerrada y se produjo un fuerte 'crac'", relató uno de los pasajeros sobrevivientes, llamado Afzal. "Yo volé literalmente por los aires y después nuestro vagón se estrelló contra el suelo. Nos fuimos arrastrando y salimos del vagón como pudimos, antes de empezar a ayudar a los otros", recuerda otro superviviente, Shahid Khan, un comerciante de 24 años. "Parece tratarse de un accidente, según las primeras comprobaciones", declaró Asad Saeed, alto responsable de los ferrocarriles paquistaníes, pero una investigación exhaustiva deberá determinar las causas del drama, prosiguió.
Según Saeed, 15 de los 17 vagones del Karachi Express descarrilaron. Los accidentes de tren son relativamente frecuentes en Pakistán y como a menudo los vagones van llenos los balances son graves. Los más mortíferos ocurrieron en la misma provincia de Sind en 2005: 250 muertos en una colisión de trenes. En 1990, más de 350 personas perecieron en otro accidente ferroviario.