INTERNACIONAL
GUERRA EN ORIENTE MEDIO

Mujeres embarazadas en el infierno de Gaza: cómo es dar a luz sin electricidad, comida ni hogar

Desplazadas, embarazadas y viviendo en una tienda de campaña: la guerra interrumpe la atención materna y expone a miles de mujeres embarazadas y recién nacidos a riesgos mortales.

Mujeres embarazadas en la Franja de Gaza
Mujeres embarazadas en la Franja de Gaza | Agencia Afp

En la Franja de Gaza el colapso del sistema de salud, la falta de ayuda humanitaria y los bombardeos ponen en riesgo la vida de más de 50 mil mujeres embarazadas, quienes se han visto obligadas a dar a luz usando la linterna de un teléfono para luego regresar a una tienda de campaña sin nada que comer. En la zona de Rafá, en el sur del territorio palestino, queda el Hospital Emiratí, el único que puede atender los partos más urgentes y con riesgo de muerte.

Las embarazadas, unas 52.000 en la Franja de Gaza según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son especialmente vulnerables desde que comenzó el conflicto entre Hamás e Israel y, de acuerdo con los datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), casi 20.000 bebés han nacido en el "infierno" desde el pasado 7 de octubre.

"El Hospital Emiratí está atendiendo ahora el triple de partos que antes de la guerra" dijo la coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza, Pascale Coissard, a medida que los equipos de la organización expresan su "profunda" alarma por el deterioro de la atención obstétrica en Gaza a raíz de los continuos bombardeos y las restricciones de la ayuda humanitaria.

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Mujeres embarazadas en la Franja de Gaza

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Solo 12 de los 36 hospitales funcionan parcialmente en la Franja de Gaza, donde las operaciones militares israelíes en represalia por el ataque del 7 de octubre ya dejaron 30.631 muertos, principalmente mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Hamás.

En el sur, donde viven más de 1,5 millones de personas, muchas de ellas desplazadas por la guerra, solo quedan cinco salas de partos en el hospital Emiratí de Rafah.

Naciones Unidas estima que unas 5.500 mujeres embarazadas darán a luz en los próximos 30 días en Gaza, lo que supone unos 180 nacimientos de media al día. Sin embargo, se estima que al menos 840 mujeres sufran complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto mientras que los cálculos apuntan a que dos madres mueren cada hora en la Franja a causa del conflicto.

 

Falta de material debido a la escasa ayuda humanitaria

Mujeres embarazadas en la Franja de Gaza

El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) afirma tener más de 62 palés de material necesario para el parto esperando en las puertas de Rafah, en la frontera egipcia, pero necesitan que las autoridades permitan su entrada.

La portavoz de UNICEF, Tess Ingram, quien visitó recientemente la zona, alertó que muchas madres se han "desangrado hasta morir", mientras que otras mujeres han sido sometidas a cesáreas de emergencia cuando ya habían fallecido.

"Sin suministros suficientes y con demasiados pacientes, el sistema sanitario está desbordado y las madres se ven obligadas a recibir el alta a las pocas horas de dar a luz", explicó la responsable de actividades de matronas de Médicos Sin Fronteras, Rita Botelho da Costa. "Las primeras 24 horas posparto son las de mayor riesgo de complicaciones, y con la gente viviendo en condiciones terribles, resulta clave mantener a la paciente en el hospital el mayor tiempo posible".

Según un informe del UNFPA publicado en febrero, las mujeres embarazadas suelen llegar a término con infecciones genitourinarias que comprometen la salud de sus recién nacidos.

 

Mujeres dan a luz en condiciones infrahumanas 

Mujeres embarazadas en la Franja de Gaza

Asmaa Ahmed, de 31 años, dio a luz hace cuatro meses al pequeño Faraj en la escuela donde se refugiaba en la Ciudad de Gaza. “Tenía mucho miedo. Mi embarazo era de riesgo desde el principio", explica Ahmed, mientras narra que “la situación se agravó” cuando la familia tuvo que abandonar su domicilio por los combates.

Al no haber electricidad, el parto se produjo “a la luz del teléfono móvil” y hubo que cortar el cordón “con unas simples tijeras”, según detalló el médico, Mahmud al Af, y la enfermera, Baraa Jaber.

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Es que con tan escaso acceso a los servicios de salud materna, muchas mujeres embarazadas no han recibido ninguna atención desde el inicio de la guerra y no han podido hacer un seguimiento la salud de su hijo.

Samah al Helu, de 21 años, necesitaba una “intervención quirúrgica” para su parto pero tuvo que esperar “dos semanas” porque “no había doctores, ni camas, ni quirófano”. Cuando su hijo Mohammed nació el 10 de febrero, el doctor le indicó que regrese a la tienda de campaña en la que su familia, que huyó de los combates en la Ciudad de Gaza, estaba refugiada en Rafah, en el extremo sur del territorio asediado.

Mujeres embarazadas en la Franja de Gaza

Cuando las mujeres dan a luz, se ponen en pie y sus familias vienen a buscarlas”, cuenta Raphael Pitti, médico anestesista-reanimador francés, quien  terminó hace poco una misión encomendada por una ONG en el sur de Gaza. “El hospital no puede dar cita” para el seguimiento debido a la cantidad de gente, añade.

Y afirma que vio “a una mujer diabética embarazada de siete meses” que “desarrolló complicaciones relacionadas con la falta de insulina”. “Su bebé nació muerto y ella falleció a la mañana siguiente”, añadió. 

Además, según testimonios recabados por la AFP, algunas mujeres tuvieron que dar a luz en la calle o en el piso del hospital.

Ante estas deplorables condiciones de higiene, la ONU distribuyó miles de kits para partos independientes, que contienen sábanas desechables y material estéril para cortar el cordón umbilical.

 

Hambre y miedo 

En ese contexto, Malak Shabat, de 21 años, embarazada de ocho meses y desplazada en Rafah, confiesa su “miedo a dar a luz".

Embarazada de trillizos, Rou’a Sindawi, de 20 años, vive con otras 20 personas en una carpa de Rafah. Sufriendo vértigos incesantes, dice que desde el inicio de la guerra, “solo comió proteínas una vez”, unos huevos.

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Como ella, 95% de las mujeres emabarazadas o lactantes enfrentan una situación de inseguridad alimentaria severa, según Unicef.

“Hay muchas crisis en la región que son catastróficas para las embarazadas, pero en Gaza es peor que una pesadilla” debido a “la densidad de la población y al hecho de que no hay a dónde ir para estar a salvo”, explicó a AFP Dominic Allen, representante de UNFPA en los Territorios Palestinos.

Al acercarse el Día Internacional de los Derechos de las Mujeres, Abir Abu Abadi, de 34 años, quien vive en un campamento improvisado en Rafah, dice que el 8 de marzo “no hay nada que celebrar” mientras las mujeres de Gaza viven “el horror de los bombardeos”.