
La
anorexia nerviosa se cobró una nueva víctima en Brasil, la cuarta en sólo dos
meses. Se trata de
Beatriz Cristina Ferraz Lopez, una chica de 23 años, que
pesaba apenas 34 kilos. La joven, que trabajaba como profesora de
inglés, es
la cuarta víctima de esta enfermedad en el
estado brasileño de San Pablo, detalló el diario
O Globo.
La chica
falleció el domingo pasado
en la ciudad de Jaú, en
el interior del estado de San Pablo, después de sufrir tres paros cardíacos
consecutivos.
Los familiares y amigos de López describieron la depresión que sufría la joven y cómo estaba
obsesionada con su cuerpo, al punto de adelgazar en forma desmedida, ya que
en su adolescencia llegó a pesar cien kilos.
Este año, la docente –que había estudiado Letras y participaba habitualmente en
comunidades de la red para bajar de peso–,
dejó de ingerir alimentos y llegó a pesar 27 kilos, por lo que fue internada durante tres
meses en una clínica y alimentada a base de suero. Sin embargo, aunque alcanzó a subir
algunos kilos y fue dada de alta,
su cuerpo ya no pudo resistir la desnutrición extrema y falleció.
En noviembre de este año,
tres jóvenes paulistas murieron como consecuencia de la anorexia. Entre los casos
más resonantes figura el de
la modelo Ana Carolina Reston Macan, de 21 años, que medía 1,74 metros y pesaba apenas 40
kilos, después de haber pasado sus últimos meses ingiriendo sólo manzanas y tomates.
Además, otras dos chicas sufrieron cuadros similares:
Carla Sobrado Casalle, de 22 años, de igual altura y 55 kilos, y Rosana de Oliveira, de 23
años y 38 kilos.
La problemática de la mala alimentación de las modelos y el impacto negativo de las
publicidades con chicas extremadamente delgadas saltó nuevamente a las tapas de los principales
medios debido a
la muerte de la uruguaya Luisel Ramos, de 22 años, quien sufrió un paro cardíaco fulminante
en plena pasarela.
Por su parte, las principales agencias y casas de moda –como La Semana de Madrid, en
España– decidió prohibir desfilar a
modelos por debajo del peso médico recomendado. Además de la península ibérica, la
alcaldesa de Milán, Leticia Moratti, y la Cámara de la Moda de esa ciudad italiana, y por los
organizadores de la San Pablo Fashion Week, también tomaron medidas similares.
Fuente: Télam