INTERNACIONAL

Nadie quiso perderse la boda de Alberto II y Charlene Wittstock

Nobles con y sin corona y celebridades de Hollywood y el mundo de la moda participaron de la ceremonia. La ausencia de la Casa Real Española.

| EFE

Alberto II y Charlene de Mónaco se casaron ante 825 miembros de la realeza, jefes de Estado y celebridades del deporte y la moda. Coronado por una imponente escalera del siglo XIII, y cubierto por una carpa instalada para la ocasión, el patio de Honor del palacio reunió a 850 invitados de todo el mundo, entre reyes, príncipes, actores, cantantes, modistos y empresarios.

En ese mismo lugar donde desde hace siglos se realizan las proclamaciones de los príncipes soberanos y las presentaciones de los hijos de los príncipes, tomaron asiento la ex emperatriz de Persia, Farah Diba; la ex primera dama francesa Bernadette Chirac, y celebridades como Demi Moore, Ashton Kutcher, Roger Moore, Mel Gibson o Brooke Shields, ex novia del príncipe Alberto.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Bajo un calor agobiante, y desde los lujosos hoteles de París y Hermitage, que hospedaron a la mayoría de los invitados, se vieron desfilar los sombreros, tocados y vestidos de cóctel requeridos para la ocasión.

El equipo encargado de organizar la ceremonia informó que para establecer el orden de entrada se ha mezclado “el protocolo monegasco, el real y el republicano, sin olvidar el de cortesía”, y que las personalidades de alto rango iban a acudir en último lugar, entre ellos el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy (sin su esposa, Carla Bruni). Reyes sin corona y príncipes de Asia, Medio Oriente y Sudáfrica, no quisieron faltar a la cita.

Los que sí se la perdieron fueron los reyes de España, ausentes por diversos y complicados motivos. El rey Juan Carlos de España -que todavía se encuentra en proceso de rehabilitación tras su operación de rodilla- llamó personalmente por teléfono a Alberto de Mónaco para anunciarle su ausencia en la boda.

Los medios españoles indican hoy, sin embargo, que “algo ha pasado” entre la Familia Real española y la de Mónaco, y más aún teniendo en cuenta la amistad que don Juan Carlos y el fallecido Rainiero III se profesaban mutuamente.

Entre los representantes de la realeza que asistieron a la boda estuvieron el rey de Bélgica, los reyes de Suecia y los príncipes herederos de Dinamarca y Holanda, y presidentes europeos, como el alemán, Christian Wulff, y el francés, Nicolas Sarkozy, quien puede convertir a Mónaco en una provincia francesa si los Grimaldi se quedan sin herederos.

El hijo menor de la reina de Inglaterra (con su esposa, Sofía), los príncipes de Suecia, Dinamarca, Luxemburgo, Liechtenstein, la ex emperatriz de Irán, varios príncipes de Medio Oriente, África, Japón y Tailandia, dieron la nota de distinción junto con varios nobles que ya no reinan pero se codean con los Grimaldi. Entre ellos, el príncipe heredero de Bahrein, que se quedó sin ir a la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra, el pasado mes de abril, por los problemas políticos que vive su país.

El diseñador Karl Lagerfeld, íntimo amigo de la princesa Carolina y la modelo francesa Ines de la Fressange encabezan la lista de celebridades que presenciaron hoy la ceremonia. El mundo del deporte estuvo presente a través de, entre otros, Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (del que el príncipe Alberto es miembro desde el año 1985) y el presidente de la Federación Internacional del Automóvil, Jean Todt.

Los dos hijos ilegítimos que el príncipe Alberto II de Mónaco tuvo de dos relaciones anteriores esporádicas no asistieron. La decisión -según informó hoy el diario francés Le Figaro- se tomó para no someter a “una exposición mediática importante” a Alexandre Eric Stéphane, nacido en 2003, y a Jazmin Grace Rotolo, de 19 años. Tampoco asistió el príncipe alemán Ernesto Augusto de Hannover, ex esposo de la princesa Carolina, aunque sí uno de sus hijos.

(*) Especial para Perfil.com