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Navidad y Año Nuevo con restricciones para la mayoría de los europeos

Duramente golpeada por la segunda ola de Covid, con más contagios que la primera, aunque con menos muertos, Europa vivirá una temporada navideña con encierros, toques de queda y controles de movimiento. Los últimos gobiernos en anunciar medidas fueron el italiano y el británico.

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Arbolito. Hechos con baúles. Una protesta de empresarios italianos. | afp

Italia: cena en casa, con sólo dos invitados

Italia entera será una zona “roja”, es decir, mantendrá el nivel de confinamiento más estricto durante las fiestas de Navidad y fin de año, cuando se autorizará un desplazamiento al día dentro de la propia región y se podrá invitar a casa a un máximo de dos personas, según detalló el decreto oficial publicado ayer. 

Los italianos podrán desplazarse una vez al día dentro de su propia región para visitar a parientes y amigos, respetando el toque de queda ya en vigor desde las 10 de la noche hasta las 5 de la madrugada. El gobierno acepta además que se invite a casa a dos personas, familiares o amigos, acompañados por sus hijos, si estos tienen menos de 14 años.

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Giuseppe Conte, primer ministro de Italia, anunció el viernes un confinamiento del 21 de diciembre al 6 de enero porque los casos de coronavirus no ceden en el país. “Nuestros expertos temen que la curva de contagios aumente durante Navidad”, justificó Conte, al concluir un consejo de ministros.

De todos modos, según los últimos datos del ministerio de Salud, el país registró ayer 16.308 nuevos contagios y 553 muertes por coronavirus en 24 horas, lo que confirma la tendencia descendente de la curva de contagios de la segunda ola.

Italia es el país más enlutado de Europa por esta pandemia y registraba hasta ayer más de 67.000 fallecidos y casi dos millones de contagios por Covid-19. 

El país tiene una tasa de mortalidad de 112 fallecidos por cada 100.000 habitantes, la segunda mayor del mundo, solo superada por Bélgica, según el último balance difundido ayer a partir de fuentes oficiales.

Las restricciones. Durante el confinamiento los comercios, los bares y restaurantes permanecerán cerrados y solo podrán preparar comidas para llevar, un balde de agua fría para el sector, que creía aún que podrían abrir sus puertas durante las fiestas. Como compensación, recibirán nuevas ayudas financieras por 645 millones de euros.

Solo abrirán las farmacias, peluquerías, supermercados, kioskos y las celebraciones religiosas estarán autorizadas hasta las diez de la noche. 

El confinamiento se aliviará los días 28, 29 y 30 de diciembre, así como el 4 de enero. En estos días los comercios estarán abiertos hasta las 21 y no se necesitará justificación para los desplazamientos dentro de la ciudad donde se viva.

Desde el lunes 21 estará prohibido pasar de una región a otra, salvo por razones de salud o profesionales, especificadas también el decreto.

Esta decisión hace prever que los trenes y aviones estén llenos durante este fin de semana ya que habrá muchos italianos que quieran ir a su región de origen o en la que reside su familia antes que entren en vigor las restricciones.

Conte reconoció que las autoridades no tienen ni los medios ni la voluntad de controlar el respeto de las medidas de confinamiento en los domicilios, pero pidió a los italianos que respeten el límite de dos invitados adultos. Italia cuenta con 60 millones de habitantes y una de las poblaciones más envejecidas de Europa.