Cuatro bomberos murieron y uno resultó herido de gravedad luego de combatirle al voraz e incontrolable incendio en una región montañosa al este de Los Angeles, que llevó a la evacuación de cientos de personas, anunció el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger.
"Sabemos que hay cuatro bomberos que perdieron su vida, y un quinto que está herido de gravedad. Es un día muy triste para California", dijo en rueda de prensa el gobernador.
El fuego, al sur de Palm Springs, en el desierto a 200 km al oeste de Los Angeles, ha quemado unas 4.000 hectáreas y están "700 bomberos en el lugar" mientras "se ha ordenado la evacuación de unas 700 personas".
"He pedido al departamento forestal y de incendios de California y a toda mi administración que se dispongan de todos los recursos para combatir este fuego, y asegurarnos que los evacuados tengan todo lo que necesitan", dijo Schwarzenegger.
De acuerdo con declaraciones del Cuerpo General de los bomberos, el incendio es de origen criminal y la muerte de sus colegas constituye un "crimen".
" Se trata de un fuego encendido deliberadamente. Un incendio de origen criminal, que deja muertos, es considerado como un asesinato", aseguró el comandante de los bomberos John Hawkins, del departamento forestal de California en una rueda de prensa desde Beaumont, zona del siniestro.
El incendio se desató en una región de difícil acceso, cerca de la ciudad de Cabazón, y se extendió rápidamente, consumiendo más de 1.600 hectáreas.
El año 2006 tiene el triste récord de ser en el que más superficie se ha quemado en los Estados Unidos desde 1960, según las últimas estadísticas divulgadas por los servicios forestales, con más de 38.000 km2 incendiados desde el 1 de enero, contra 35.154 km2 durante los 12 meses de 2005, el récord anterior.
Pese al aumento de los incendios este año, el récord de víctimas humanas sigue siendo el de 2003, cuando al menos 22 personas murieron en California por las llamas que destruyeron 3.000 casas y quemaron unos 3.000 km2.