INTERNACIONAL
Elecciones en Ecuador

Noboa: “Capaz me maten a mí también”

Con su inesperado paso a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ecuatorianas, el asambleísta de derecha Daniel Noboa capta la atención de la opinión pública, que antes no lo consideraba relevante. Afirma que su país “vive en guerra” y está controlado por “narcoterroristas”. En una nación que, recientemente, sufrió el asesinato de un candidato, Fernando Villavicencio, en pleno acto político, el ascenso de Noboa a la escena política no viene solo. Está listo para lo peor: incluso para ser asesinado. Es un riesgo que debe tomar, si quiere convertirse en el próximo presidente de Ecuador.

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Karma familiar. Daniel espera superar la racha de su padre, Álvaro, que se presentó cinco veces a las elecciones. | AFP

Chaleco antibalas, semblante impasible, voz serena. Daniel Noboa explica su inesperado paso a la segunda vuelta de las presidenciales de Ecuador y su plan para reflotar a un país azotado por el narco y en luto por un magnicidio.

A diferencia de la mayoría, su paso al ballottage del 15 de octubre no lo sorprendió. Estaba más que calculado, dice a la AFP en una camioneta custodiada por un ejército de guardaespaldas y fuerza pública. Pero no decía nada. En esa jornada la izquierdista Luisa González fue la más votada con el 33% de los votos y Noboa obtuvo el 24%.

Si triunfa, sería el presidente más joven de Ecuador, con 35 años, en unas elecciones ensombrecidas por el asesinato de Fernando Villavicencio el 9 de agosto. Cuatro días después fue el único candidato que participó con chaleco antibalas en el debate presidencial y eso pareció la estocada final de su estrategia.

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Tras el magnicidio lo embarga la “preocupación”, confiesa, pero se siente llamado a torcer la racha de fracasos electorales de su padre, el millonario Álvaro Noboa, que se presentó en cinco ocasiones a la presidencia.

Su propuesta de tener barcos prisiones en alta mar para alejar a los reclusos de “los no violentos” y desconectarlos de sus redes criminales arrancó aplausos. “Yo soy Daniel Noboa, yo hago lo que a mí me da la gana y tengo mi propia ideología”, dijo ante sus seguidores a quienes lo tildan de derechista por definirse como un “empresario con corazón” y “socialdemócrata moderado”.

A continuación, la entrevista con la Agence France-Presse

—¿Tiene miedo a la muerte?

—Más que miedo, es una preocupación ver en qué se ha convertido el país. Tengo un niño de año y medio, una esposa que sale a brigadas en las zonas más pobres, y es una preocupación con la que cargo todo el día. A un candidato que fue compañero mío en la Asamblea le disparan con custodia policial. Es duro. Son grupos narcoterroristas que están metidos aquí. Vivimos una guerra.

—¿Cree que es posible frenar la violencia?

—En un año y medio no se puede cambiar el mundo, pero sí cambiar varias cosas clave: reducir la violencia, darle oportunidades a la juventud. ¿Dónde terminan si no tienen qué comer? Hay que darles una opción. El ser humano va por la opción menos riesgosa, no quiere morirse mientras trabaja.

—¿También le sorprendió pasar al ballottage?

—Teníamos números casi exactos; es más, teníamos estimado un 1,5% más. Hicimos una campaña única que quedará para la historia. Nunca dijimos que estábamos segundos, porque al segundo siempre le caen a palazos, siempre lo insultan, siempre lo ataca todo el mundo. Armamos nuestro esquema de redes sociales, difusión, de territorio, todo para que el día de máxima popularidad sea el día de la elección. Entonces fue una curva que diseñamos, que sabíamos se iba a inclinar más rápido en el debate; después de ahí subimos 10 puntos. 

Ya cuando nos empezaron a atacar, quedaban 72 horas para las elecciones. Fui consultor político, estudié eso y he vivido nueve campañas. Entonces, en eso también jugó un rol la paciencia.

—¿Cómo rescatará la economía?

—Debes dar apertura, apertura a la banca internacional. Dicen que no hay dinero en este país, pero tenemos el récord de depósitos en el Ecuador: histórico. ¿En dónde está el dinero? Se fue a los bancos en vez de a la generación de empleo.

—¿Qué le hace pensar que usted va a torcer la racha de su padre y llegar a la presidencia?

—Somos candidatos muy distintos. Mis números son casi exactos a los de Rafael Correa. En las provincias, en el segmento de edad y en género.

—¿Qué le diría a Correa?

—Bastantes cosas le diría, pero me inclino por: “Aquí estamos y vamos a ganar”. Yo no voy a perseguir a nadie. El odio no se combate con odio.

—¿Cuál fue el momento más duro de esta campaña?

—Ha habido momentos de ansiedad, cuando ves que los números todavía no te acompañan; y momentos duros, cuando matan a un contrincante tuyo, y dices: “Bueno, yo estoy diciendo cosas similares a él, capaz me matan a mí también”.