Agencias
Mogadiscio
Los diferentes grupos yihadistas han intensificado su accionar en el territorio africano: a los sangrientos ataques de Boko Haram en Nigeria y Chad, y de Al Qaeda en el Magreb en Burkina Fasso, ayer fue el turno de Somalia, donde las milicias Al Shebab mataron a veinte personas.
Desde la toma del 20 de noviembre de un lujoso hotel en Bamako, la capital maliense, los yihadistas han matado al menos a 250 personas en diversos ataques en Mali, Nigeria, Somalia y Burkina Faso.
Como París. Siguiendo la “lógica” de los atentados de París en noviembre –cuyo blanco fueron lugares de esparcimiento–, la masacre en Somalia se produjo en un restaurante costero y tuvo como blanco soldados de la fuerza militar de la Unión Africana, desplegados en varios países para enfrentar al yihadismo.
Según la reconstrucción, un suicida estrelló un coche bomba contra las puertas de Lido, un restaurante de playa. Tras la explosión, hombres armados irrumpieron en el local.
Los testigos dijeron que los agresores gritaron “Allahu akbar”, la frase en árabe para “Dios es grande”, y entraron al restaurante por el lado de la playa, mientras los clientes, sentados, observaban la costa.
“Mataron a cerca de veinte personas, incluyendo mujeres y niños”, precisó un oficial de policía somalí, Mohamed Abdirahman, que calificó de “bárbaro y brutal” el ataque contra civiles.
Un testigo, Husein Ali, dijo que había contabilizado 19 cadáveres sacados del restaurante. Algunas de estas personas fueron “abatidas a quemarropa” y otras murieron como consecuencia de la potente explosión inicial.
“La gente intentaba escaparse”, declaró otro testigo, Abdirahman Halane, que estaba al lado del establecimiento en el momento del ataque. “Cundió el pánico. Algunos corrieron hacia los hombres armados que los abatieron”, agregó.
Los rebeldes Al Shebab, afiliados a Al Qaeda, reivindicaron el ataque, en el que cuatro de sus hombres murieron, y un quinto fue capturado.
“Los combatientes muyahidines atacaron en la playa del Lido”, indicó la milicia Al Shebab en radio Andalus, empleada por los yihadistas, añadiendo que el atentado fue “una gran operación contra los enemigos de Alá”.
El barrio en el que se encuentra la playa del Lido, cuenta con muchos restaurantes, algunos de ellos de lujo, en los que se reúnen empresarios y somalíes de la diáspora.
“El hecho de que hayan elegido ese lugar durante una noche de fin de semana demuestra hasta qué punto carecen de piedad los rebeldes shebab”, añadió Abdirahman.
Los shebab, expulsados en 2011 de Mogadiscio y luego de sus principales bastiones en el centro y el sur de Somalia, aún controlan amplias zonas rurales, desde donde efectúan operaciones de guerrilla y atentados suicidas contra símbolos del frágil gobierno somalí o la fuerza militar africana.
