A menos de cinco meses de las elecciones presidenciales, el mandatario estadounidense Barack Obama jugó una ficha fuerte a favor del votante latino. Anunció que su administración suspenderá la deportación de algunos jóvenes inmigrantes ilegales bajo ciertas condiciones.
Los beneficiados serán los "illegal aliens", como los llaman en Estados Unidos, que hayan llegado al país con menos de 16 años y hoy tengan menos de 30. Aplicará sólamente a quienes hayan vivido al menos cinco años allí, hayan terminado el secundario, y hayan estudiado una carrera o formado parte de las fuerzas armadas,
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"No podemos deportar a estos jóvenes, que han hecho un esfuerzo enorme por su vida, por nuestro país. No podemos mandarlos ahora a un país donde no han vivido, donde hay otra cultura, otro idioma", afirmó Obama. La medida prevé que se suspendan todo tipo de deportaciones por dos años.
La medida de Obama -una de las tantas que se venían discutiendo en el marco de la llamada “Dream” act, o sea la ley del “sueño americano” referida a la inmigración-, es un puente provisorio, porque el proyecto de ley original fue bloqueado varias veces en el Congreso por oposición tanto de demócratas como de republicanos.
Los especialistas en inmigración siempre han dicho que los jóvenes son los más afectados ante el problema inmigratorio en Estados Unidos ya que crecen con el riesgo evidente de ser deportados, algo que les frustra su vida y los obliga a vivir bajo las sombras del sistema.
“Estos jóvenes que estudian en nuestros colegios, que juegan en nuestros barrios, que son amigos de nuestros hijos son norteamericanos en su corazón, en su mente, excepto en el papel que les permite vivir en nuestro país con plenitud” sostuvo el presidente.
En el ala republicana hubo dudas de como reaccionar a efectos de no complicar también el voto latino. El candidato opositor Mitt Romney solo atinó a decir que había que buscar “una solución más adecuada de largo plazo”, aunque otros tantos integrantes de su partido atacaron la medida porque no pasaría por el Congreso.
Los latinos se convirtieron en la primera minoría estadounidense y su voto es clave. Aún se especula con la idea de que Romney ponga a un Senador hispano como su candidato a vice (se habla de Marco Rubio de la Florida). Las encuestas lo favorecen y varias convenciones republicanas zonales hispanas garantizan que será el elegido. En tanto Obama mantendría a Joe Biden como su compañero de gobierno.
