Obama analizó y repensó durante semanas que hacer en el frente AFPAK (Afgano Pakistaní) con todo su equipo de estrategas militares. Finalmente apeló a la “seguridad de Estados Unidos” como elemento crucial y necesario para determinar que enviará 30 mil soldados más al frente, y que se sumarán a los 68 mil estadounidenses que ya estaban operando en la zona. También hay en dicha región otros 40 mil soldados de países aliados.
Obama trató de explicar en su discurso -realizado en el Prime Time nocturno de la TV, en directo desde la Academia militar de West Point en Nueva York-, que no se trata de una operación que va a ir “in crescendo”, sino más bien que es un esfuerzo final para poder cumplir la misión de desmantelar y vencer a los milicianos de Al Qaeda.
También Obama aclaró que se tratará de todo un esfuerzo mancomunado (aquí se ha pedido también apoyo principalmente de los países que integran la Organización del Atlántico Norte - OTAN) y algunas otras naciones. Los estadounidenses esperan que sus aliados aporten otros 10 mil soldados para llegar a la cifra de 40 mil, que era la requerida por su comando militar. El plan requerirá llegar a centros claves, capacitar soldados afganos, y reforzar la seguridad en el frente pakistaní, que también está en peligro.
El presidente estadounidense les dijo claro a sus ciudadanos que “los terroristas están planeando ataques tanto para Estados Unidos como para otras partes del mundo”. Obama dijo quede no reaccionar de esta forma, tanto Afganistán como Pakistán corren peligro de desestabilizarse, para caer en manos de los talibanes y los terroristas de Al Qaeda.
Finalmente el Presidente decidió aceptar el plan del general Stanley Mc Chrystal, a cargo de toda la operación en dicha región. Mc Chrystal dijo luego del discurso de Obama: “vamos a eliminar los sitios donde se esconden los terroristas que amenazan la paz mundial”.
De todas formas Obama ha dicho que las tropas en Afganistán empezarán a regresar en 18 meses, pero no ha dado cifras de cuantos soldados permanecerán un tiempo más allá de julio del 2011. Aclaró que las tropas serán enviadas inmediatamente después de las fiestas de fin de año.
Analistas norteamericanos decían en un reporte que tras ocho años de lucha, la situación se empeoraba por insuficientes recursos y que Obama ha decidido redoblar un “último esfuerzo”. Varios “liberales” del Partido Demócrata, especialmente congresistas, protestaban por la medida ante los medios. Para ellos se trata de una errónea política de una “guerra que ha demostrado no traer ningún resultado”. Los republicanos por su parte se decían más complacidos, aunque “criticaban el largo tiempo que Obama se tomó para esta medida, en un frente que se complicaba día tras día”.
Es evidente que Obama -que hace muy poco se ha ganado el Nobel de la Paz- no ha tomado esta medida con tranquilidad. Necesita urgentemente que su decisión también tenga apoyo internacional sino su imagen se verá seriamente afectada si el proceso sigue empeorando. De Europa le han contestado que “aun van a evaluar la situación”. A fin de enero habrá una conferencia sobre Afganistán en Londres, y allí los aliados decidirán cuanto espaldarazo le dan al plan de los estadounidenses. Por lo menos así le respondieron los alemanes que bastante poder económico tienen en el viejo continente. A la vez, el francés Sarkozy ha calificado la alocución de su par estadounidense como “valiente” y le expresó su adhesión al plan de Obama mediante un comunicado oficial.
(*) Especial para Perfil.com