El senador por Illinois y candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que el mandatario venezolano Hugo Chávez “es una amenaza manejable”, aunque se mostró dispuesto a dialogar tanto con Venezuela como con Cuba, a los que denominó países “enemigos”.
Esta disposición al diálogo le valió la pérdida de gran parte de los votos de los cubanos exiliados que viven en el estado de Florida y que opinan, como el candidato republicano John McCain, que no hay que negociar con el gobierno de la isla hasta que vuelva la democracia.
De todas maneras, la primarias demócratas demostraron que a Obama no le va bien con los votantes latinos. “Es porque me conocen menos a mí que a la senadora Clinton”, aseguró durante una entrevista con el diario chileno El Mercurio, pero muchos aseguran que tiene más que ver con el histórico enfrentamiento entre las minorías latina y negra.
Mientras que históricamente los hispanos estadounidenses votaron al partido demócrata, esta elección podría marcar el principio del fin del reinado de los demócratas. Para evitarlo, Obama acaba de lanzar una versión en español de su campaña “Yes we can”, que tiene como protagonistas a varios artistas y deportistas de origen hispano (Jennifer López y Jessica Alba, entre otros).
Respecto de Chávez, el candidato consideró que el mandatario “ pudo haber estado involucrado con las FARC” y afirmó que su país “no quiere este tipo de vecinos”. Sin embargo, sostuvo que es necesario que Estados Unidos mantenga relaciones diplomáticas directas con todos los países del mundo. “Es una amenaza, pero una amenaza manejable”, minimizó.
Por otro lado, dijo no estar de acuerdo con la firma de un TLC con Colombia “hasta que tenga la confianza de que no están matando líderes sindicales”. “Hay que parar con este tipo de actividades paramilitares”, afirmó Obama.
Mientras tanto, dijo estar interesado en aliarse con Brasil para “buscar formas más limpias de energía” y aseguró que planea realizar su primer viaje a Sudamérica en noviembre de este año (nunca visitó la región). En este sentido, dijo que su país sólo podrá volver a concentrarse en Latinoamérica cuando termine la guerra en Irak.
La vicepresidencia. Con primarias tan reñidas como las que enfrentaron a la ex aspirante Hillary Clinton y el actual candidato Barack Obama, la elección de la persona que ocupará la eventual vicepresidencia es crucial.
La clave parece estar en encontrar a una persona que no moleste a los votantes de Obama pero que convenza a los que la prefirieron a Hillary.
La tarea no es nada fácil. Varios nombres circularon entre las autoridades del partido, pero aunque en algún momento se barajó que Caroline Kennedy -la hija del ex presidente estadounidense- era una posible candidata, la información fue rechazada por Obama.