A poco más de un mes de haber asumido, el presidente Barack Obama habló ayer por primera vez ante ambas cámaras del Congreso norteamericano y numerosos invitados especiales. Es una tradición celebrar el discurso de la “State of the Union” durante el mes de enero, pero en esta ocasión se realizó unos días más tarde.
Las palabras de Obama giraron por supuesto en torno a la crisis económica que abate a los ciudadanos norteamericanos. El presidente dijo que “Estados Unidos va a salir de esta crisis fortalecido, ya que ha llegado el momento de actuar con osadía para erigir nuevos cimientos de una prosperidad duradera”.
Obama identificó algunos de los problemas de la crisis. “Si somos honestos con nosotros mismos, admitiremos que por mucho tiempo no hemos actuado responsablemente. Nuestra economía no cayó de la noche a la mañana. Durante mucho tiempo supimos que nuestra economía necesitaba depender de fuentes de energía externas, nuestros costos de salud aumentaban, nuestros chicos no estaban formados para competir en el mundo global, y nos hemos hundido en una deuda enorme que cada año se iba apilando”, dijo en un encendido discurso frente a todos los congresistas, jefes de las fuerzas armadas, jueces e invitados.
“Hoy el crédito, base de nuestro sistema, está estancado. Los bancos tienen miedo de dar préstamos hipotecarios, a las empresas o entre ellos mismos. Si no hay préstamos la gente no puede comprar autos ni casas, y los negocios deben despedir gente. Y esto complica la economía en forma aun peor”, dijo Obama.
“Para eso crearemos un fondo especial de préstamos, un esfuerzo jamás hecho para proveer ayuda financiera, para comprar autos, ir a los colegios, y hasta para los pequeños comerciantes”, agregando “lanzaremos un plan para que las familias responsables puedan refinanciar sus casas”.
También dijo “el gobierno federal va a asegurarle a los bancos suficiente dinero para que puedan prestar en estos tiempos difíciles. Si hay un banco importante con problemas, haremos los ajustes necesarios para limpiar sus balances, y asegurar la continuidad”. Obama aseguró que “su gobierno tomará acciones contra los responsables de malos manejos en las entidades financieras”.
El Mandatario también hizo hincapié en tres áreas centrales, la energía renovable, la salud y la educación (promoviendo en estas últimas inversiones y reformulaciones para lograr un sistema público eficiente).
Obama que presentará un nuevo presupuesto el jueves, recalcó que su equipo está trabajando para recortar gastos. Ya habrían identificado programas ineficientes por dos trillones de dólares para los próximos 10 años, que serán eliminados.
Otro anuncio importante fue sobre la guerra de Irak. “Mi presupuesto, que enviaré prontamente luego de revisar cada uno de los programas, incluirá los verdaderos costos de la guerra que estamos desarrollando en Irak y Afganistán. Aunque estamos evaluando las políticas en ambos frentes, y pronto anunciaré una forma de dejar Irak a su gente, para responsablemente terminar esta guerra”. Sobre Afganistán dijo que trabajará con los países amigos y aliados para derrotar a Al Qaeda, en una nueva estrategia a desarrollarse tanto en Afganistán como en Pakistán.
Por último mencionó (como es usual en estos discursos de la Unión), algunos casos públicos, de la gente común, que son para destacar. Entre ellos el caso del banquero Leonard Abess, un banquero de Miami, que distribuyó su “bonus” de 60 millones de dólares entre 471 empleados y ex empleados.
Obama habitualmente le ha dado un lugar especial a su vicepresidente Joe Biden. En esta ocasión ha hecho una humorada frente a los congresistas y al público, pues les dijo a todos “nadie se va a portar mal con Joe” (nobody messes with Joe), especialmente referida al papel que Obama le ha dado al vicepresidente para que controle “cada dólar” que se va a gastar del aprobado paquete de estímulo.
Por supuesto no faltaron los fuertes aplausos en casi cada frase que Obama decía, algo que ya es muy habitual en este tipo de alocuciones por parte de los presidentes norteamericanos, cada vez que hacen un discurso de estas características en el Capitolio.
(*) Especial para Perfil.com