Al menos ocho civiles murieron hoy en el sur de Afganistán cuando un atacante suicida detonó un coche bomba cerca de un convoy de tropas de la OTAN, informaron fuentes policiales.
Dos soldados de la OTAN y tres civiles afganos resultaron heridos en el ataque, que fue cometido en la entrada de la ciudad de Kandahar y que fue el más reciente atentado suicida de una larga serie que sólo este año mató a al menos 200 personas.
El Gobernador provincial de Kandahar, Daud Ahmadi, aseguró a agencias internacionales que el vehículo conducido por el terrorista impactó contra uno de los vehículos del convoy de la Fuerza a la Asistencia a la Seguridad (ISAF).
Además de matar a nueve civiles que estaban en la zona, la explosión hirió a diez personas, según Ahmadi. El portavoz de las fuerzas de la ISAF, Jason Chalk, precisó que dos de ellos son soldados.
Los renovados ataques coinciden además con la mayor ola de violencia que vive el país desde 2001, cuando una coalición liderada por Estados Unidos derrocó al entonces gobernante movimiento ultraintegrista talibán por apoyar a la red Al Qaeda.
Anoche, un vocero de la misión de la OTAN dijo que las tropas extranjeras mataron al menos 15 talibanes en un combate de varias horas en la sureña provincia de Uruzgán.
Además, un civil perdió la vida y otros siete resultaron heridos durante el enfrentamiento. También resultaron heridos varios soldados afganos, agregó el vocero, que aseguró que no hubo muertos en sus propias filas.