Un escándalo ocurrió en el condado de Columbia, Georgia, en el mes de abril. Rachel Lenhardt, de 36 años, madre de cinco hijos y maestra protagonizó una fiesta que terminó con alcohol, drogas y sexo.
La mujer organizó la fiesta con su hija de 16 años y los amigos, con quienes terminó haciendo juegos sexuales y hasta mantuvo relaciones en un baño con uno de ellos, de 18 años. Como si esto fuera poco, siguió la fiesta y se exhibió con juguetes.
Todo empezó con un simple mensaje de la hija, que proponía a su madre coordinar una fiesta con sus amigos. El reporte policial confirmó que la mujer incentivó a todos a jugar el típico juego twister pero con la prenda de que quien perdía debía sacarse la ropa.
Además, la policía confirmó que hubo consumo de alcohol y marihuana por parte de los menores con el aval de la docente, que luego terminaría teniendo sexo con uno de los amigos de su hija, en un baño. Como si esto fuera poco, la mujer, en estado de ebriedad, subió a su cuarto a buscar juguetes sexuales y los usó enfrente de todos. Por último, cuando Lenhardt decidió acostarse en su cama, se despertó mientras el novio de su hija la penetraba.
Ahora la mujer enfrenta varios cargos en su contra y aunque evitó la prisión pagando, fue condenada a un año de probation y a realizar tareas comunitarias. Y por supuesto, perdió la custodia de sus hijos, quienes ahora vivirán con su padre.
El ex marido en 2011 se separó de Rachel tras regresar de Irak con un alto grado de estrés post-traumático. Desde entonces, la mujer que era mormona se volvió alcóholica y adicta a la pornografía.