Un fiscal acusó hoy al alcalde de Detroit, Kwame Kilpatrick, y a su ex jefa de Estado Mayor de al menos 12 cargos de perjurio y obstrucción de la justicia, en el marco de una investigación sobre el despido de un oficial de policía que había hecho una denuncia.
El caso es el último escándalo sexual de un funcionario público en Estados Unidos. Previamente este mes, el gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, tuvo que dimitir luego de que trascendiera que pagó miles de dólares por una hora de servicios de una prostituta.
En declaraciones a los medios, la fiscal del distrito de Wayne Kym Worthy leyó la docena de cargos y dijo que está determinada a que se defiendan las leyes que gobiernan la conducta de empleados públicos.
"Nuestra investigación ha mostrado claramente que se usaron dólares públicos y se arruinó la vida de personas, que el sistema de justicia resultó seriamente mofado y la confianza pública fue pisoteada", añadió Worthy.
Kilpatrick y su antaño jefa de Estado Mayor Christine Beatty fueron acusados de tratar de cubrir su amorío en un juicio el año pasado sobre el despido del ex vicejefe policial Gary Brown en 2003.
El Detroit Free Press descubrió mensajes de texto sexualmente explícitos de 2002 a 2003 en el localizador (pager) público de Beatty, lo que generó una investigación durante ocho semanas que derivó en los cargos de Worthy.
Kilpatrick también fue acusado de mala conducta en el cargo por acceder a un arreglo de 8,4 millones de dólares con Brown y otro ex empleado de la ciudad.
Luego de que una corte decidiera que el vicejefe policial despedido recibiera 6,5 millones de dólares en concepto de daños, Kilpatrick trató de apelar. Pero en octubre decidió saldar el caso con Brown y su ex guardaespaldas Walt Harris por 9 millones de dólares, incluyendo costos legales.
El Consejo Municipal no fue informado de las partes secretas del acuerdo. Kilpatrick echó a Brown en 2003 luego de que él y uno de los guardaespaldas del alcalde comenzaran a hacer preguntas sobre una fiesta salvaje en la mansión del alcalde, lo que amenazaba con revelar su relación con Beatty.
Mientras tanto, Kilpatrick ha desafiado reiteradas demandas del concejo municipal y sindicatos de la ciudad para que renuncie, mientras que Beatty dimitió a fines de enero. Kilpatrick, de 37 años, declaró su inocencia, al decir que está "profundamente decepcionado" por la decisión de Worthy de entablar acción judicial y se refirió a la acusación como a un "proceso defectuoso".
Fuente: DPA