El diario español, El Mundo, publicó un duro panorama sobre la gestión del kirchnerismo. “Hoy, en el ocaso de la 'década ganada'”, afronta “sus horas más delicadas, con su máximo exponente, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, imputada por encubrimiento (de la causa AMIA)” y “acorralada por un sector del poder judicial” que tomó “la muerte de Nisman como estandarte para desgastar al oficialismo de cara a las elecciones presidenciales de octubre”, destacó en el inicio de la nota, en su sitio de internet.
La mandataria “eludió ayer de nuevo cualquier referencia a esa imputación solicitada el viernes por el fiscal (Gerardo Pollicita)”, en alusión al discurso de la Presidenta por cadena nacional, desde Calafate, aseguró en la columna de opinión: “El kirchnerismo afronta la mayor crisis de Argentina desde 2001”.
“Refugiada en El Calafate”, la mandataria inauguró “un hospital de alta complejidad” en esa localidad de Santa Cruz, donde recordó a su fallecido esposo y realizó un llamamiento a sus seguidores: "Quiero decirles a todos, con esta vela que se prendió cuando él (Néstor Kirchner) partió, que también nosotros somos más importantes que los reflectores, las cámaras y lo que pueda decir un diario. Estas velas van a estar siempre encendidas en el corazón del pueblo y siempre va a haber un argentino que, cuando quieran avanzar sobre nuestras conquistas, sobre nuestros derechos, vuelva a encender la vela para que nunca más se apague la llama de la patria", consignó.
Según el diario español, “sin tregua desde hace casi un mes, el Gobierno argentino minimizó en su día la denuncia de Alberto Nisman contra Fernández de Kirchner y otros dirigentes oficialistas”. “Para Kirchner, la muerte del fiscal de un disparo en la cabeza, y no la denuncia, era la verdadera "operación" en marcha para dañar su imagen”, continuó.
Detrás de ese "golpe de Estado blando", según lo define el oficialismo, estaría un sector de los servicios secretos, capitaneado por el célebre ex espía Antonio 'Jaime' Stiuso, apartado de la Secretaría de Inteligencia en diciembre, agregó para completar la hipótesis del Gobierno.
Por otra parte, la columna de César G. Calero, desde Buenos Aires, explicó que “en la Casa Rosada creen que el embate de un sector del poder judicial muy crítico con el Gobierno no cesará hasta ver a la mandataria en los tribunales, aunque para eso tengan que pasar varios años” y Cristina Kirchner no esté más “en el poder”. Y luego, remató: “(La Presidenta) no esconde su deseo de pasar a la historia como “la Evita del siglo XXI”.
Además, el diario se hizo eco de las internas del kirchnerismo “que suele reaccionar como un bloque de cemento de puertas afuera”, por la muerte del fiscal. Sobre Daniel Scioli, precandidato a la presidencia del oficialismo, dijo que “apenas se ha referido al caso Nisman para no perder terreno en las encuestas frente a los aspirantes de la oposición”. Y sobre el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, a quien la Fernández de Kirchner quisiera ver en la Rosada tras su salida, no “ha querido exponerse demasiado”, concluyó.