Las actrices Penélope Cruz y Salma Hayek salieron hoy a desmentir que tuvieran vínculos con el narcotráfico, luego de que un diario mexicano afirmara que ambas durmieron en la casa del capo narco Sergio Villarreal durante la filmación de la película Bandidas durante el 2004.
El martes pasado el diario El Universal había publicado una investigación en la cual un testigo protegido de la Procuraduría General de la Nación (PGN) afirmaba que había visto a las dos actrices, quizás las dos latinas más famosas de Hollywood, en la propiedad del narcotraficante conocido como El Grande, señalado como uno de los cabecillas del cartel de los hermanos Beltrán Leyva.
Pese a que en un principio el representante de Penélope Cruz prefirió no responder a la acusación, las actrices terminaron por emitir un comunicado de prensa desmintiendo la información.
“En el 2004, la oficina de producción de Bandidas arregló el alojamiento para todos los actores, como es la práctica usual en la industria del cine”, indicó un comunicado dirigido a la agencia AP.
“Penélope Cruz escogió quedarse en un hotel, mientras que Salma Hayek eligió una casa debido a que viajaba con sus perros”, aseguraron sus respectivas publicistas.
“Hayek nunca tuvo conocimiento alguno de quién era el dueño de la propiedad, ni tuvo contacto con los propietarios, ni con nadie asociado a los dueños de este inmueble alquilado y pagado por la compañía de producción”, señala el documento.