En los ultimos días, Francisco provocó una pequeña sacudida en México, cuando expresó que temía la “mexicanización” de la Argentina. Lo hizo en una carta a su amigo, Gustavo Vera, de la ONG La Alameda, que fue quien la divulgó. Para Vera, el Papa no tiene una estrategia en su manera de comunicar. “A él le sale naturalmente”, dice, aunque advierte que sí existe un estilo Bergoglio: “En su época, me contó que era más de pensar claro y hablar oscuro. Cuando ya teníamos una relación de amistad en Buenos Aires, le pregunté cómo había sido posible que haya llegado tan alto dentro de la estructura de la jerarquía católica. Me dijo que cuando se inició como sacerdote un viejo cura le había dicho: ‘Si querés perdurar en la Iglesia tenés que pensar claro y hablar oscuro’”.
Para Vera pensar claro es saber hacia dónde uno tiene que ir y hablar oscuro significa que a veces se tiene que dirigir en términos metafóricos en lugar de decir muchas cosas directamente por el límite jurisdiccional de una parroquia. “Creo que el cambio de expresión incluso en su rostro desde que Bergoglio es Francisco tiene que ver con que hoy el puede hablar claro y pensar claro”, analizó el legislador.
En cuanto a la forma de ser y de comunicar del Papa, Vera dijo que no hay muchas cosas diferentes a las que hacía o decía en Buenos Aires. “En algunas oportunidades él tenía que ser mucho más metafórico de lo que es actualmente. Antes tenía límites que no los podía traspasar. Solía suavizar algunas cosas o hablaba de alguna manera mucho más retórica. Ahora es un estilo más franco y directo y eso tiene que ver con que es el Sumo Pontífice, por lo tanto puede expresar sus ideas sin ningún tipo de problema”.
Y agregó: “Sigue sin creérsela y teniendo la misma relación que tenía con sus amigos, de igual a igual”. Vera ejemplificó que todos los miércoles cuando el Papa hace una audiencia con 300 personas importantes de todo el mundo, siempre al mediodía se va a almorzar con los cocineros y los mozos.
El legislador sabe que el Papa considera que “cuanto más alto, más bajo”. Es decir, cuánto más uno crece en los niveles de poder y responsabilidades “más austero tiene que ser, más tiene que predicar con el ejemplo, y menos tiene que creérsela”.
En cuanto a la palabra “mexicanización” que generó controversias, Gustavo Vera concluyó: “Ese término se utiliza muchísimo en cualquier conferencia donde se habla de narcotráfico. Con ese concepto se quiere expresar a la democracia más reciente que esta acechada en este momento por los narcos y una ola de espiral de violencia. De ningún modo apuntaba a México, ni a herir los sentimientos del pueblo mexicano, sino de alguna manera a generar un proceso histórico doloroso que podría repetirse en la Argentina si no se toman medidas a tiempo”.
