El ex presidente peruano Alberto Fujimori recibió su primera condena. Un tribunal de Lima lo sentenció este martes en primera instancia a 6 años de prisión por haber ordenado durante su mandato un allanamiento ilegal de la residencia de su ex asesor Vladimiro Montesinos.
Un tribunal especial de la Corte Suprema de Justicia emitió el veredicto, en el que también se le condena a una reparación de 400.000 soles (unos 135.000 dólares).
El ex presidente, quien además enfrenta dos cargos de violación contra los derechos humanos y cuatro más por corrupción, anunció de inmediato la apelación de la pena.
El acto se cumplió en una sede policial de Lima, donde Fujimori se encuentra detenido desde septiembre cuando fue extraditado desde Chile. El mandatario escuchó imperturbable la sentencia, tras una lectura de casi tres horas, y al salir de la sala se despidió con una sonrisa de los tres hijos que seguían la sesión tras un vidrio.
El fallo por el delito de usurpación de funciones y abuso de autoridad se da por el caso conocido judicialmente como 'Allanamiento ilegal' en el domicilio de Trinidad Becerra, la esposa de su ex brazo derecho Vladimiro Montesinos adonde un falso fiscal -ordenado por Fujimori, según el fallo leído- ingresó de manera ilegal.
El allanamiento se produjo el 7 de noviembre de 2000, en los días finales del tercer gobierno de Fujimori que acabó en medio de un escándalo de corrupción, protagonizado por Montesinos. Se presume que el registro del domicilio tenía como objetivo buscar cintas de video que pudieran comprometer al ex mandatario en actos de corrupción, dado que Montesinos solía filmar de forma encubierta sus reuniones con personalidades a quienes luego chantajeaba.
Muchos de esos videos salieron a la luz tras el descalabro del régimen de Fujimori y su contenido constituyó prueba judicial contra el propio Montesinos y sus interlocutores.
El ex presidente aceptó su responsabilidad en este caso, durante la fase procesal de la investigación del juicio realizada en octubre en privado pero la Corte no consideró este aporte como confesión sincera, toda vez que demoró siete años para reconocer su culpa.
El lunes se inició un juicio por violación a los derechos humanos en que el ex presidente tendrá que responder por dos matanzas que dejaron 25 muertos entre 1991 y 1992, y por dos secuestros de opositores a su gobierno (1990-2000). Por este caso, podría ser condenado a pasar el resto de su vida en prisión.
Fuente: AFP