El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se vio envuelto esta semana en una creciente crisis política tanto interna como externa.
Renuncia. La canciller de Colombia, Laura Sarabia, renunció este jueves por “diferencias” con el presidente Gustavo Petro en medio de una crisis en el primer gabinete de izquierda colombiano, por el que han pasado más de cincuenta ministros en tres años.
En los últimos meses, la relación entre la canciller y el presidente se había debilitado debido a varios desacuerdos como la entrada en el gobierno del ahora ministro de Interior, Armando Benedetti, a quien Sarabia denunció penalmente por supuesto hostigamiento.
En una carta dirigida al mandatario, la ministra de Relaciones Exteriores aseguró que no comparte “decisiones” que se han tomado “en los últimos días” y que le impiden “acompañar” el proyecto de izquierda, sin dar más detalles.
Medios locales apuntan que la renuncia tiene que ver con desacuerdos sobre un contrato para la expedición de pasaportes y por la desautorización de las decisiones de la ministra. “No se trata de diferencias menores ni de quién tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar”, dijo la ministra en el mensaje difundido por redes.
Sarabia fue una figura clave en la campaña presidencial de Petro en 2022. Tras la victoria, fue jefa de Gabinete, luego ocupó dos altos cargos en el gobierno y en enero se convirtió en ministra de Exteriores.
La canciller no es la única en el seno del Ejecutivo con desavenencias con Benedetti, investigado por corrupción y denunciado por violencia de género, que mantiene un enfrentamiento con la vicepresidenta Francia Márquez y provocó la salida de varios ministros con su llegada al gobierno.
Crisis con Estados Unidos. Además, los gobiernos de Estados Unidos y Colombia llamaron el jueves a consultas a sus máximos representantes diplomáticos, en un nuevo episodio de tensiones que fractura aún más la relación entre ambos países históricamente aliados. Washington dio el primer golpe con el llamado a “consultas urgentes” del encargado de Negocios estadounidense en Bogotá, John McNamara, “luego de repudiables e infundadas declaraciones de los más altos cargos del gobierno de Colombia”. El presidente colombiano, Gustavo Petro, no tardó en convocar de su lado a su embajador en Estados Unidos, Daniel García-Peña.
La relación bilateral está en sus horas más bajas. En los últimos meses el mandatario izquierdista y su homólogo estadounidense, Donald Trump, chocaron por temas como la deportación de migrantes y la guerra arancelaria.
El fin de semana se sumó la revelación de un presunto complot para derrocar a Petro con ayuda de políticos colombianos y estadounidenses.