La Paz - Un proyecto del presidente indígena Evo Morales para asegurar su reelección, apenas transcurridos 14 meses de los cinco años de su mandato, sacudió el tablero político boliviano y en particular a la Asamblea Constituyente, que será la que determinará la viabilidad de esa propuesta.
Menos de una semana después de que el mandatario indígena planteara informalmente la celebración de elecciones generales para 2008, el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) postuló la creación de una "comisión especial de transición" encargada de moldear la propuesta en el ámbito de la Constituyente.
"Habrá una ruptura del mandato constitucional y, por lo tanto, una anulación del período constitucional y eso implicará adelantar las elecciones y empezar de cero, porque la Asamblea cambiará las reglas de juego", explicó el asambleísta oficialista Carlos Romero.
El partido de Morales controla 51% de las 255 bancas de la Constituyente, que hasta agosto próximo debe entregar la nueva Carta Magna, con la que el mandatario izquierdista se propone refundar el país más pobre de Sudamérica.
La presidenta del deliberante, Silvia Lazarte, confirmó que "una vez concluya la Asamblea Constituyente se tiene que convocar a las nuevas elecciones" generales. Sectores del MAS proponen reeditar la dupla Morales con Alvaro García, actual vicepresidente, aunque existe otra línea que sustenta una postulación indigenista, eventualmente con la quechua Silvia Lazarte como candidata a la segunda magistratura.
La Constitución en actual vigor habilita ambas candidaturas, pues Morales y García no han cumplido aún ni la mitad de su mandato, explicó el viceministro de la Coordinación Gubernamental, Héctor Arce.
"Este proceso electoral, si lo hubiera, no sería un proceso de reelección, sino de adecuación del Estado a la nueva Carta Magna (...) En nuestro país vamos a tener una nueva Constitución, y esa constitución genera una nueva institucionalidad en la República", apuntó el viceministro. Ante la mediatización del tema, que parecía haber inmerso en un ambiente electoral de un tirón la política tras el solo anuncio, el vicepresidente García intentó bajar el tono y dijo que el planteo presidencial sólo fue una "reflexión probabilística".
"Es probable que sucedan (los comicios), lo demás es todo especulación", señaló. El ámbito partidario se revolvió literalmente. El líder de la opositora Unidad Nacional (UN, centroderecha), Samuel Doria Medina, consideró un "absurdo" que se pretenda plantear la postulación del jefe de Estado como primaria.
"Evo Morales está claramente en una gestión y sería un absurdo que porque cambie la Constitución se pueda decir que no vale nada de lo hecho hasta ahora", rechazó.
En UN se agitaba ya la candidatura presidencial de Doria Medina, un acaudalado empresario del cemento y la comida rápida, y hasta de su eventual acompañante de fórmula, el alcalde progresista de la ciudad andina de Potosí, René Joaquino, un ex albañil devenido en el más popular de los munícipes de Bolivia.
El remezón también lo sintió la agrupación Podemos, principal formación de oposición en el Congreso y la Asamblea Constituyente, del ex presidente conservador Jorge Quiroga.
"Lo único que busca el MAS es no terminar su período constitucional (el 22 de enero de 2011) porque su popularidad bajará dramáticamente", advirtió el asambleísta conservador Rubén Darío Cuéllar.
También pareció sacudirse el casi extinguido Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, del ex presidente socialdemócrata Jaime Paz. Uno de sus hijos, Rodrigo Paz, actual congresista, urgió a Quiroga "reaccionar" ante la nueva coyuntura. "Queremos que Quiroga tome una acción.
Las agrupaciones ciudadanas que hemos apoyado a Podemos (en las generales de 2005 y en las constituyentes de 2006) pedimos que se genere un debate profundo de recambio político", pidió en una carta dirigida al líder opositor que aún no se pronunció sobre el tema.
Fuente: AFP