Luego de que esta semana se cumpliera el quinto aniversario del atentado terrorista a las Torres Gemelas, miembros republicanos de la comisión de Asuntos Judiciales del Senado norteamericano aprobaron la legalización de escuchas extrajudiciales.
Esta primera etapa del proyecto -que cuenta con el guiño del Poder Ejecutivo-, tendrá que ser tratado por el Congreso estadounidense, para legitimar el espionaje de conversaciones telefónicas que, desde el 2001, sólo cuenta con la autorización del presidente Bush.
La ratificación de esta ley, significaría que un tribunal especial de inteligencia, el Foreign Intelligence Surveillance Act (FISA), se hiciera cargo en determinar la pinchadura de las telecomunicaciones entre Estados Unidos y el extranjero.
De acuerdo a declaraciones del presidente de la comisión parlamentaria que trató el tema, el republicano Arlen Specter, la ley “negaría cualquier enmienda de la Constitución".
El gobierno de Bush busca, con la aprobación de esta ley, poner fin a un “impasse” jurídico en el que se encuentra el programa de escuchas, cuya revelación por el diario New York Times provocó un escándalo, incluso en el seno del Partido Republicano.
Por su parte, el número dos de la comisión de asuntos judiciales, el demócrata Patrick Leahy, criticó que este primer paso de la ley, haya obviado que la FISA se pronuncie sobre cada caso en que tienen lugar las escuchas.
“Un solo juez de la FISA podría aprobar programas enteros de vigilancia electrónica” lamentó Leahy.
El proyecto de ley podría ser tratado en sesión plenaria la próxima semana. Asimismo, en la misma sesión, los republicanos (que tienen mayoría en ambas cámaras), discutirán proyectos que regulan procesos judiciales para los presuntos terroristas detenidos en la base de Guantánamo, Cuba.
La intención de los representantes republicanos en el Congreso, es llenar la agenda parlamentaria de debates sobre la seguridad, herramienta más popular del partido.