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Por qué el memorándum por AMIA estuvo ausente en la campaña de Irán

Ayer se votó al sucesor de Ahmadinejad. Pero ninguno de los candidatos opinó sobre el acuerdo con Argentina. Dos de los que compiten por el poder son acusados por el atentado.

Política iraní. Los candidatos, en el último debate presidencial. De izquierda a derecha: Jalili, Adel, Ghalibaf, Velayati (imputado por la AMIA), Gharazi, Aref, Rouhani, Rezaei (otro acusado por la A
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Fue como si no existiera. Aunque el acuerdo sobre la AMIA provocó una intensa discusión política en la Argentina, el tema estuvo ausente en la campaña electoral en Irán. Los candidatos presidenciales no le dedicaron ni un comentario al memorándum que espera confirmación de Teherán, pese a que en las últimas semanas hubo debates televisivos en los que los ocho aspirantes iraníes abordaron diversos temas de política exterior.

Casi tres meses después de que el Parlamento argentino aprobara el acuerdo, Irán comunicó que el presidente Mahmud Ahmadinejad lo había convalidado por decreto y sin hacerlo pasar por vía legislativa. Teherán aún debe publicar la resolución en el boletín oficial para darle vigor legal, y se espera que el propio Ahmadinejad lo haga antes de dejar su cargo en agosto.

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Entre los candidatos a sucederlo en la presidencia hay dos imputados por la Justicia argentina en la causa AMIA. Se trata del ex canciller Alí Akbar Velayati, uno de los dos favoritos, y del ex comandante de los Guardianes de la Revolución, Mohsen Rezaei.

El silencio de los candidatos sobre el memorándum –y en especial de los que representan a los sectores conservadores religiosos– es síntoma de las complicaciones que podría enfrentar el acuerdo una vez que Ahmadinejad abandone el poder. “El trato con la Argentina no es una prioridad para los candidatos ni para la opinión pública –dijo a PERFIL la analista iraní Denise Ajiri, editora de Iran Election Watch–. La campaña se centra en los temas que le importan a la mayoría de los iraníes, como las sanciones internacionales o la crisis económica.”

Las explicaciones sobre la ausencia del acuerdo por la AMIA en la campaña iraní varían según quién las ofrece. En opinión de Mohammad Marandi, catedrático de la Universidad de Teherán y comentarista político favorable al régimen de los ayatolás, “el acuerdo con la Argentina no se discutió en la campaña porque en Irán nadie pensó jamás que Irán o Hezbollah tuvieran algo que ver en el atentado”. Marandi agregó que “con la declinación de la hegemonía de los Estados Unidos en Latinoamérica, los iraníes creen que una nueva generación de líderes argentinos piensan más en los intereses de su propio país que en los de Estados Unidos o Israel”.

Para Meir Javedanfar, reconocido experto en asuntos iraníes del Centro Interdisciplinario de Herzliya en Israel, las razones del silencio sobre el memorándum son otras. “Hay sectores en el gobierno de Irán que ven este acuerdo como algo entre Ahmadinejad y Cristina Kirchner, y no como algo entre Irán y la Argentina –señaló el analista, nacido en Irán y exiliado en Israel luego de la Revolución Islámica–. Y Ahmadinejad está aislado en el régimen iraní.”

Javedanfar estimó que “el Parlamento iraní consultará al Consejo Supremo de Seguridad Nacional antes de votar el memorándum, y como este organismo no está de acuerdo con que jueces argentinos interroguen a funcionarios iraníes, hay muy pocas chances de que el Legislativo apruebe el acuerdo”. En su opinión, los candidatos no hablaron del memorándum “porque es improbable que el Parlamento finalmente lo apruebe”.

Aunque coincide en que es posible que el memorándum termine en el Consejo Supremo, controlado por el ayatolá Alí Jamenei, el investigador iraní Alex Vatanka aseveró que el acuerdo por la AMIA no es una prioridad para el líder supremo iraní. “Este problema no es un tema estratégico como tal, y no veo por qué Jamenei querría dominarlo bajo cualquier concepto –dijo el especialista del Middle East Institute–. Es un tema sensible para Irán, pero no especialmente para Jamenei.”

Ayer, el ayatolá se dejó fotografiar metiendo el voto en la urna. El veto de Jamenei a los candidatos de importantes sectores políticos convirtió estas elecciones en las más restrictivas de Irán desde la Revolución de 1979. Es posible que la semana próxima haya segunda vuelta. El vencedor deberá decidir qué hacer con el memorándum que deja Ahmadinejad. El panorama es incierto, y lo sería aún más si finalmente ganara uno de los funcionarios imputados por el ataque a la mutual judía.

 

Una posible segunda vuelta

Con un nivel de participación mayor al esperado, que obligó a extender tres veces el cierre de las mesas, 50 millones de iraníes acudieron ayer a las urnas para elegir al sucesor del presidente Mahmud Ahmadinejad, quien abandonará el poder en agosto. Al cierre de esta edición, se estimaba que ninguno de los seis candidatos finales alcanzaría el 50% de los votos, por lo que es probable que haya segunda vuelta el próximo viernes.

En la previa a los comicios, los candidatos con mayor respaldo de la conducción político-religiosa de Irán se perfilaban como favoritos. El entorno del ayatolá Alí Jamenei reparte sus apoyos entre el negociador nuclear de la república islámica, Saeed Jalili, y el ex canciller Alí Akbar Velayati, imputado por la Justicia argentina en la causa AMIA. Sin embargo, la gran popularidad del alcalde conservador de Teherán, Mohammad Ghalibaf, también lo coloca en carrera. Pero en Irán es difícil hacer un pronóstico.