La ciudad de Nueva York se prepara para la llegada del Papa Francisco la semana próxima. Con motivo de la primera visita papal, ayer comenzó a organizarse la seguridad con el control de todas los aparatos y ejercicios para estar listo ante cualquier situación adversa que pueda surgir.
Francisco viajará a los Estados Unidos entre el 21 y 27 de septiembre a las ciudades de Washington, Nueva York y Filadelfia. La policía estadounidense está preocupada ante las posibles amenazas de los llamados lobos solitarios, que son más difíciles de detectar al no estar vinculado a una organización con ramificaciones.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, afirmó al diario The New York Times que se trata de unos preparativos “sin precedentes”. El dirigente estadounidense presenció las ejercitaciones en el cuartel general de la Policía, siguiendo minuto a minuto las distintas emergencias organizadas, ninguna que involucrara directamente al Papa, para asegurarse que los preparativos avanzarán.
Desde el Vaticano, se mostró tranquilidad por la seguridad papal: "No hay preocupaciones particulares", dijo el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi. "El Papa tendrá que moverse como lo hace habitualmente. Lo hará con el Papamóvil abierto entre la multitud", amplió.