Tras un retraso de varios meses, finalmente la Sala Penal del Tribunal Supremo comunicó la sentencia que condena a Iñaki Urdangarín (50) a una pena de cinco años y diez meses de cárcel por los delitos de malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias. Según los magistrados, Urdangarín disfrutada de una "situación de privilegio" como "consecuencia de su matrimonio con una hija del entonces rey Juan Carlos I, hecho que le sirvió para influir sobre la voluntad de las autoridades de Baleares.
La decisión del Supremo no estuvo libre de polémica, ya que implica una reducción de los seis años y tres meses pedidos originalmente por la Audiencia Provincial de Palma.
Asimismo, el Supremo mantiene la responsabilidad de partícipe a título lucrativo de la infanta Cristina (52), esposa de Urdangarín y hermana del rey Felipe VI, por delitos de malversación y fraude a la administración, anulando la responsabilidad de la infanta en los delitos contra la Hacienda Pública.
Esta parte del fallo generó no poca polémica ya que la infanta compartía el 50% de la sociedad patrimonial Aizoom con Iñaki, sociedad utilizada presuntamente por los entonces duques de Palma para defraudar Hacienda, como apunta la Audiencia Provincial de Baleares. El tribunal no tuvo en cuenta la excelente educación de la infanta al dar por bueno el argumento de Cristina Bordón quien aseguró que firmaba los papeles por la confianza que le tiene a su marido.
Si bien la resolución judicial no implica necesariamente el ingreso inmediato del otrora "yerno perfecto", lo cierto es que tendrá prácticamente imposible eludir la prisión. Probablemente la defensa de Urdangarín recurrirá al Tribunal Constitucional y pedirá a la Audiencia de Palma dejar en suspenso el ingreso a la cárcel hasta que el Alto Tribunal decida si admite a trámite el recurso. Tampoco se descarta que los abogados del yerno del rey emérito, Juan Carlos I, pidan el indulto. Aunque difícilmente el Ejecutivo que preside el socialista Pedro Sánchez acceda a concederle la gracia teniendo en cuenta que recientemente llegó al poder gracias a la sentencia del caso Gürtel que desalojó a Mariano Rajoy de La Moncloa. Tampoco sería recomendable echar mano a ese último recurso si se tiene en cuenta que la causa del Instituto Nóos hundió la imagen de la Familia Real, crisis que terminó con la abdicación de Juan Carlos I. Un indulto en estas circunstancias y contexto seguramente provocará un fuerte descontento en la opinión pública.
Con todo, y a pesar de las declaraciones de La Casa del Rey de "respeto absoluto" a la independencia de la Justicia en todo el proceso, "respeto absoluto" reiterado hoy mismo conocida la condena, siempre sobrevoló la idea de que la infanta Cristina gozó de cierto favores.
De hecho, el exjuez José Castro, quien tuvo a su cargo la instrucción del caso Nóos (pieza por la que fue condenado Urdangarín), declaró a un canal de televisión que se trata de "una condena benévola, de saldo". Pero también aseguró que ni Urdangarín ni Cristina de Borbón recibieron ningún trato de favor en los tribunales. Sin embargo, Castro recordó sus choques con el Fiscal Pedro Horrach, quien por momentos ejerció más como defensor que acusador de la hermana del rey. El exmagistrado matizó que la infanta Cristina se vio beneficiada "de un trato de favor por parte del sistema, no por los tribunales".