Damasco y varias ciudades de Siria fueron bombardeadas en la madrugada del sábado por una fuerza combinada de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido. El presidente estadounidense Donald Trump dijo que había ordenado la noche de este viernes "ataques de precisión" contra objetivos en Siria asociados con el programa de armas químicas. Era una represalia por el supuesto ataque con armas químicas del Gobierno sirio de Bashar al- Assad contra la ciudad siria de Duma, lo que, según Trump, fue "una escalada significativa" en el conflicto.
Los ataques duraron aproximadamente dos horas y no hay por el momento previsión de nuevas acciones militares, confirmó el secretario de Defensa estadounidense, el general Jim Mattis. "Por ahora no tenemos ataques adicionales planificados", dijo Mattis, aunque añadió que el Departamento de Defensa está en consulta permanente con Francia y el Reino Unido, que también participaron de las acciones militares de este viernes.
De acuerdo con Mattis, Siria no "aprendió la lección" cuando el año pasado ese país ya había sido sometido a bombardeos estadounidenses por denuncias de uso de armas químicas. "Esta vez, nuestros aliados han golpeado con más fuerza. Hemos enviado un mensaje claro al gobierno de Bashar al Asad", dijo Mattis. Sin embargo, el secretario de Defensa formuló un llamado a las "naciones civilizadas" a apoyar los esfuerzos de la ONU para poner punto final al baño de sangre en Siria.
"Es momento de que las naciones civilizadas se unan con urgencia para poner punto final a la guerra civil siria, apoyando el proceso de paz impulsado por las Naciones Unidas", dijo. Por su parte, el jefe del Comando Conjunto, el general Joe Dunford, aseguró en conferencia de prensa en el Pentágono que los ataques de este viernes fueron planificados para evitar afectar a las fuerzas rusas ubicadas en territorio sirio.
Los ataques realizados se concentraron en objetivos seleccionados para evitar impactar a fuerzas de Rusia, aseguró el jefe del Comando Conjunto estadounidense, el general Joe Dunford. Fueron "específicamente identificados los objetivos para mitigar el riesgo de que fuerzas rusas sean involucradas", dijo Dunford durante una conferencia de prensa en el Pentágono. Los ataques golpearon un centro de investigación militar que también servía como depósito en la provincia de Homs, en el centro de Siria, indicó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.