VARSOVIA.- Decenas de católicos polacos que asistían a la misa dominical en la catedral de Varsovia protestaron enérgicamente tras conocer la dimisión del arzobispo de la capital, Stanislaw Wielgus, quien confesó haber colaborado con la antigua policía secreta comunista.
Gritos de "¡No, no!" y "¡Qué vergüenza!" resonaron en el interior de la catedral, después de que monseñor Wielgus anunciara su renuncia.
"¡Quédese con nosotros!", clamaron decenas de practicantes, obligando a interrumpir momentáneamente el servicio religioso. Wielgus, presente en ese momento, reaccionó visiblemente emocionado.
El Vaticano había anunciado unas horas antes que aceptaba la dimisión del arzobispo y confiaba la administración de la archidiócesis al titular saliente, el cardenal Jozef Glemp, "hasta la toma de nuevas decisiones".
Wielgus, de 67 años, asumió sus funciones el viernes y, poco después, confesó haber colaborado con la policía secreta de Polonia durante la época comunista.
Fuente: AFP