Moscú - El presidente Vladimir Putin rechazó anoche la renuncia presentada por el multimillonario ruso Roman Abramovich, dueño del club de fútbol inglés Chelsea, que deberá mantener su cargo de gobernador de Chukotka, una remota provincia rusa.
El magnate ruso, residente en Londres, argumentó al pedir su dimisión que ya ha hecho bastante por mejorar las condiciones de vida en la empobrecida península ártica de Chukotka, de apenas 50.000 habitantes, aunque admitió que algunos grandes proyectos de infraestructura siguen pendientes.
Abramovich, de 39 años, fue elegido gobernador de esta región en el noreste de Rusia y frente al estado norteamericano de Alaska en el año 2000, y fue reelegido por Putin en 2005 luego de que fueran suspendidas las elecciones a gobernador. Ya para ese entonces habían trascendido sus intenciones de apartarse del cargo.
Pero las inversiones de Abramovich y sus socios, que sólo en 2005 sumaron 200 millones de dólares según medios rusos, han sido muy lucrativas para la región. Muchos en Rusia han mencionado la gestión de Abramovich como un ejemplo de cómo Putin quiere que se comporten los oligarcas ricos del país: asumir puestos políticos e inyectar su propio dinero en cuestiones públicas y proyectos de infraestructura.
El empresario -involucrado principalmente en industrias vinculadas al petróleo y los metales- comenzó su carrera política en 1999 como diputado federal en representación de Chukotka. Abramovich, quien vendió su empresa Sibneft a la estatal Gazprom por 13.000 millones de dólares en 2005, pasa la mayor parte del tiempo en Londres. Su mandato como gobernador termina formalmente en el año 2010.
Fuente: DPA