La semana pasada una vez más el Estado Islámico perpetró un ataque contra civiles en un país europeo. En esta última ocasión le tocó el turno a las ciudades catalanas de Barcelona y Cambrils, donde murieron 15 personas y un centenar resultaron heridas.
El plan de los terroristas yihadistas era atentar contra monumentos emblemáticos de Barcelona con explosivos conocidos como la "madre de Satán". Las sustancias para elaborar ese tipo de bomba fueron halladas en la casa de la localidad de Alcanar, ubicada a unos 200 kilómetros al sur de la capital catalana, en la que se registró una explosión el día antes de los ataques.
La "madre de Satán" es el nombre con el que se le conoce al triperóxido de triacetona (TATP), que puede fabricarse al combinar acetona, agua oxigenada y un ácido (sulfúrico, clorídrico o nítrico). Se trata de uno de los explosivos preferidos del Estado Islámico, que ya lo usaron en los atentados Bruselas y París.
Es fácil de elaborar porque los elementos que lo componen se pueden encontrar en muchos artículos cosméticos y de limpieza de consumo habitual. Además, existen varios tutoriales en Youtube para fabricar este explosivo. Sin embargo, es muy inestable y sus gases fácilmente inflamables.
Fue precisamente su inestabilidad lo que hizo que se produjera la explosión en Alcanar y los terroristas, de los cuales dos murieron y uno resultó herido a raíz del incidente, se vieran forzados a acelerar su plan inicial. En lugar de atacar varios de los edificios más emblemáticos de Barcelona, embistieron a personas en una de las calles más transitadas de la ciudad, la Rambla.