Así como en Argentina surgió la figura súper mediática de Ricardo Fort, España tiene en su pantalla de TV, en sus diarios y en sus revistas del corazón a Carmen Lomana, una mujer que, también dueña de una fortuna, capturó la atención del público y supo generar odios y amores entre los españoles.
Dueña de una excentricidad única, Lomana colecciona prendas de alta costura y artículos de lujo. En su mansión no tiene placares: guarda la ropa en una gran habitación. Cuenta con un espacio exclusivo para sus prendas de Chanel y otro especial para los diseños de Dior.
Cómo saltó a la fama. La figura de Lomana, una rubia de 63 años con un glamour llamativo, comenzó a tomar relevancia cuando comenzaron a rodar los rumores de un supuesto romance con el ex prometido de la actriz Gina Lollobrigida, Javier Rigau.
Haber alcanzado la fama no le generó disgusto alguno, y haber salido a blanquear la amistad con Rigau de forma amable capturó la mirada de los medios. Ahora, es noticia por un departamento súper lujoso que puso en alquiler y por un enfrentamiento con Nati Abascal, otro de los íconos del glamour español, por el amor de un hombre.
La génesis de su fortuna. Lomana nació en León, y de joven trabajo como relacionista pública del Banco Santander. Cuando enviudó del diseñador industrial Guillermo Capdevila, un diseñador industrial que murió en un accidente de tránsito a los 49 años- y se convirtió en una mujer millonaria.
Lomana ha asegurado últimamente que la imagen de multimillonaria que tiene no es más que una apariencia. " Yo no voy de rica, eso se lo han inventado". Además, en una entrevista televisiva dejó en claro que no es sólo una mujer con dinero: “"No me gusta que me traten de encefalograma plano ni muchas mentiras que se han dicho: que mi marido tenía noventa años - tenía un año más que yo -que me colaba en las fiestas que me bajaron de un avión... Me parece que se hacen unos juicios de valor...".