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Pasiones ibricas

Quién es la nueva novia de Felipe González

Separado tras 40 años de matrimonio, el ex presidente español afianza en Argentina su noviazgo con una misteriosa rubia. Conózcala.

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| CeDOC

El sitio ABC.es la define como "madre de dos hijas, trabajadora en una entidad bancaria, muy atractiva y sumamente discreta". Hasta allí, nada del otro mundo. Pero María del Mar García Vaquero es mucho más que eso: se trata de la flamante novia de Felipe González, el ex presidente español que, tras 40 años de matrimonio, se separó de su esposa Carmen Romero.

Claro que esto no es todo lo que torna interesantes las nuevas aventuras sentimentales del otrora líder del PSOE. Y es que, para refugiarse del acoso de la prensa de su país, la pareja ha decidido venirse a la Argentina, donde, también según ABC, "actualmente se encuentran alejados del ruido mediático que esta nueva situación sentimental del político ha originado".

Siempre de acuerdo con el sitio en cuestión, la pareja se conoció "a través de un constructor íntimo amigo del ex presidente, García Cereceda, hace ya cosa de dos años". Allí mismo habría empezado el noviazgo, si bien los íntimos de uno y otro dicen que recién hace ocho meses la relación fue "blanqueada" por ambos.

Lejos del estereotipo de la joven despampanante con que muchos poderosos eligen terminar sus días, García Vaquero es según la prensa española una persona muy madura, que a sus casi 50 años -y con la independencia económica que le da su larga experiencia como bancaria- sólo busca amor en el ex mandatario.

A juicio de la versión online del diario La Nueva España, de hecho, la mujer se siente agobiada por su incipiente notoriedad, por lo que la pareja "no tiene previsto volver" por ahora a España para no tener que enfrentar el acoso de los medios, que ya especulan con una posible convivencia de los tortolitos.

Por lo pronto, el ex presidente ha abandonado el domicilio en el que vivía con su esposa, y alquila un piso muy cerca de donde vive García Vaquero con sus dos hijas. De allí a la unión definitiva de sus domicilios, dicen, hay sólo un pasito. Mientras, ambos disfrutan las mieles del amor en la Argentina, sin testigos indeseados... al menos, hasta ahora.