desde El Vaticano
¿Apertura de la Iglesia a las familias no tradicionales? Los obispos no se ven muy entusiasmados.
El documento presentado el jueves por el Sínodo de los Obispos en el Vaticano no deja muchas dudas. “Instrumentum laboris”, que precede a la asamblea extraordinaria sobre la familia convocada por Francisco para octubre, recomienda sobre las uniones entre personas del mismo sexo, que no sean asimiladas al matrimonio, sino que “sean acogidas con respeto y delicadeza”. “No existe fundamento alguno para asimilar o establecer analogías, tampoco remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia”, escriben los obispos. Hay que “distinguir entre las personas que hicieron una elección personal a menudo sufrida y la viven con delicadeza para no escandalizar a los otros y un comportamiento de promoción y publicidad activa, a veces agresiva”.
Los obispos se ocupan también de las uniones de hecho. Notan que crece “el número de parejas que conviven ad experimentum sin algún matrimonio ni canónico ni civil”. A menudo “no se trata de un experimento, o sea de un período de prueba, sino que se trata de una forma estable de vida”, aunque concluyen que a veces el matrimonio llega después que nace el primer hijo, así que “la boda y el bautismo se celebran juntos”. Sin embargo, “muchas veces las convivencias ad experimentum corresponden a uniones libres de hecho, sin reconocimiento civil y religioso”.
“A pesar de las posibles aberturas que deja imaginar Bergoglio como papa, la jerarquía de la Iglesia Católica sigue proponiendo la misma sopa de siempre, recalentada además”, dice a PERFIL Aurelio Mancuso, histórico líder del movimiento para los derechos de los gays, lesbianas y transexuales en Italia. “En el documento, se nota una indisponibilidad total a reconocer jurídicamente las uniones homosexuales”, agrega el dirigente del partido del premier Matteo Renzi.
El Sínodo de Obispos, al parecer, sepultaría el espíritu reformista de Francisco.