Imagine esta escena: Usted compra un pasaje aéreo por una aerolínea brasileña como Tam o Gol y de repente, al salir del mostrador, una hermosa promotora vestida de amarillo con los colores de Varig le ofrece viajar gratuitamente a otro destino más tentador.
Ese grato momento lo vivieron varios pasajeros en los aeropuertos de Santos Dumont, en Rio de Janeiro y Congonhas, en Sao Paulo, que desconcertados por la “agresiva movida” de la empresa Varig, terminaron cambiando sus tickets de vuelo, y reprogramando o cancelando los de las otras compañías aéreas.
La aerolínea brasileña Varig, que se salvó en julio de la quiebra al ser comprada en subasta, lanzó esta semana una feroz ofensiva contra las competidoras que ganaron su porción de mercado al regalar billetes aéreos en los dos aeropuertos más concurridos de Brasil.
El nuevo plan de marketing fue lanzado por la nueva empresa Varig, empleando atractivas modelos vestidas de conjunto amarillo, que intentaban convencer a los viajeros de otras aerolíneas a viajar gratis dentro del país con billetes de su compañía. La estrategia termina éste sábado y se restringe a algunos vuelos, con pocos asientos y solamente sirve para el caso de embarque inmediato. Entre otros destinos figuraban además del puente aéreo Sao Paulo-Rio, las ciudades de Brasilia, Curitiba y Porto Alegre.
Esto generó gran polémica con las competidoras y la actual número 1 del mercado local, la aerolínea TAM, realizó un reclamo formal ante la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) y la Infraero, la administradora de aeropuertos, por considerar que se trata de una estrategia ilegal y perjudicial.
Además, TAM advirtió a los pasajeros que no hayan empleado su billete que no podrían hacerlo válido posteriormente a menos que justifiquen el motivo de no haber embarcado. Por otro lado, la empresa Gol, segunda en el mercado, condenó la práctica de Varig aunque no hizo un planteamiento formal.
Varig estuvo en recuperación judicial desde el 17 de junio de 2005 por deudas que superaban los 3.000 millones de dólares. El grupo VarigLog -comandado por el fondo estadounidense Matlin Patterson- pagó 24 millones de dólares por la empresa en una subasta. Una semana después fueron despedidos 5.500 de los 9.485 empleados.