Relevaron al jefe del Ejército uruguayo

La ministro de Defensa de Uruguay, Azucena Berrutti, confirmó hoy que el jefe del Ejército de ese país, Carlos Díaz, había mantenido reuniones ayer por la noche con altos dirigentes políticos de la oposición sin su conocimiento e inmediatamente lo relevó de su cargo con el consentimiento del presidente, Tabaré Vázquez.

Mediante un comunicado del Ministerio de Defensa la remoción fue anunciada después de que el semanario Búsqueda publicara que Díaz invitó a líderes de los partidos Blanco y Colorado "para intercambiar puntos de vista sobre asuntos de actualidad en conversaciones informales".
La publicación precisó que uno de estos encuentros se realizó ayer con el ex presidente Julio María Sanguinetti, el ex ministro de Defensa, Yamandú Fau, y los generales Pedro Aguerre y Miguel Dalmao, en el lugar de residencia de Díaz, un predio lindero al Batallón 14 de Infantería de la ciudad de Toledo, cerca de Montevideo.

"Díaz también ha invitado a conversar al presidente del Directorio del Partido Nacional, senador Jorge Larrañaga y al ex presidente de la República, Luis Alberto Lacalle", consignó la revista.

Tras eso, la ministra de Defensa, llamó temprano a Díaz para confirmar la versión periodística y comunicarle que no estaba obligado a pedir permiso para realizar esos encuentros pero sí a informarlos.

Al responder Díaz que las reuniones se concretaron en su residencia privada y, por lo tanto, que no consideraba necesario informarlos, la ministra decidió el relevo, medida avalada luego por el presidente uruguayo.

Díaz será reemplazado de manera transitoria por el general Manuel Saavedra por tener mayor antigüedad militar, hasta la designación definitiva del nuevo jefe del Ejército, que según versiones de la prensa local podría ser Pedro Barneix.

Fuentes consultadas por el diario local El Observador, explicaron que las reuniones sin aviso previo al mando superior fueron calificadas en el Ejecutivo "como un gesto de descortesía". "No hay una relación entre la sanción y el hecho", cuestionaron hoy fuentes del anterior gobierno citadas por Radio El Espectador, que ironizaron si se habría fusilado al militar en caso de que hubiera hecho algo más grave.

Otras fuentes políticas dijeron al mismo medio que el objetivo del militar era "fortalecer los vínculos con los partidos políticos", ya que su relación con el Poder Ejecutivo era buena. Según estos informantes, en la reunión con los dirigentes del Partido Colorado, Díaz habría manifestado su preocupación por los procesamientos de los militares acusados de violar derechos humanos durante la dictadura y hasta dónde podrían llegar las investigaciones judiciales.

"Sanguinetti y Fau habrían transmitido a Díaz que el camino que se adoptó hace años fue el del 'cambio en Paz', opuesto según ellos al que tomó la presente administración de revisar el pasado", citó El Espectador.