Roma está paralizada por el horror de los atentados en París. Y asustada. Un mensaje de Estado Islámico en Twitter incluye la capital italiana entre los próximos objetivos de la Yihad: “Este es el 11 de septiembre de Francia. Los próximos ataques serán en Londres, Washington y Roma”.
La alarma es máxima. Técnicamente, se trata del nivel dos (el nivel uno está previsto en caso de atentado en curso). El ministro del Interior, Angelino Alfano, advirtió: “La situación nunca fue tan grave como hoy”.
Jean Guisnel, autor de muchos libros sobre la amenaza terrorista, al recordar que “en el territorio francés vive la más grande comunidad islámica de Europa, seis millones de personas”, dijo al Corriere della Sera que “el contraespionaje es útil para infiltrarse en un ambiente del que se conozcan por lo menos las coordenadas mínimas. Sin embargo, seis millones de personas equivalen a una nación. La retórica del ‘lobo solitario’, por el ataque de los hermanos Kouachi y Ahmed Koulibaly (los terroristas de los ataques en París del 7 de enero) sólo sirve para exorcizar el miedo de lo ineluctable”.
La estrategia del jefe de la policía, Alessandro Pansa, fue desplegar, desde la madrugada del sábado hasta nueva orden, el mayor número de agentes en las calles de las grandes ciudades italianas, para vigilar los posibles objetivos, empezando por la Santa Sede.
Bajo la lupa están todas las personas a quienes los servicios de inteligencia consideran sospechosas. En los próximos días, varias de ellas podrían ser expulsadas del país. Se aumentaron la vigilancia en los lugares de encuentro de musulmanes fundamentalistas y los controles sobre el tráfico telefónico e internet. Las ciudades con atmósfera más tensa son Roma y Milán, las más grandes y vulnerales.
Stop Jubileo. En la capital hay mucho miedo a la espera del 8 de diciembre, día de la apertura del Jubileo, por amenazas directas de EI, a través de sus medios de propaganda, que indican entre los próximos objetivos la Ciudad Eterna, el Vaticano y el Papa. Para evitar situaciones de riesgo, las autoridades prohibieron las reuniones en solidaridad por la masacre de París bajo las ventanas de la Embajada de Francia, en Plaza Farnese.
En las redes sociales, ciudadanos comunes y varios políticos comienzan a pedir que se suspenda el Jubileo por razones de seguridad. Se multiplican los mensajes con el hashtag #stopGiubileo. Uno sintetiza así la pregunta: “7 de enero 2015 Charlie Hebdo, 13 noviembre 2015 París, ¿8 diciembre 2015 Roma?
El nivel de tensión en Italia es tal que ayer a la mañana la reunión extraordinaria del Comité de Seguridad fue presidida directamente por el jefe del gobierno, Matteo Renzi, algo inusual.
“Se necesitarán meses, probablemente años, toda nuestra fuerza y toda nuestra determinación para enfrentar esta violencia”, dijo Renzi. “Italia no minimiza nada. Exactamente por esto sabemos perfectamente que vamos a ganar”.
El canciller, Paolo Gentiloni, dijo ayer al telediario del mediodía: “Roma es señalada por la propaganda de Estado Islámico como una metáfora y un símbolo. Nosotros hasta ahora hemos trabajado muy bien con los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad, pero las amenazas no pueden pasar desapercibidas”.
Condena de Francisco. El papa Francisco dijo ayer estar “conmovido y entristecido” por los atentados en París y confesó: “No entiendo estas cosas. Son difíciles de entender, que hayan sido hechas por seres humanos”.
El Papa, hablando con un tono pesado y medido, dijo que no puede haber una justificación “ni religiosa ni humana” para estos atentados. “Esto no es humano”, afirmó. Francisco dijo que sus pensamientos están “cerca de la muy querida gente de Francia. Estoy cerca de los familiares de las víctimas y rezo por todos ellos”.
Previamente, el Vaticano había condenado “de la forma más radical” los atentados en la capital francesa